domingo, octubre 08, 2006

Ganadores vs. perdedores del turismo 2/2

Ganadores vs. perdedores del turismo internacional 2/2

Permalink 08.10.06 @ 18:40:00. Archivado en Hispanobelgas, Turismo

Economía política del turismo: liberalización y condición de las mujeres
Mariama Williams

El turismo ocupa un lugar central en las negociaciones internacionales, con el fin de liberalizar el mercado de los servicios. Por su peso económico y los ingresos que genera, se presenta como una oportunidad para los países menos avanzados, que con la extensión del turismo de masa podrían convertirse en destinos apreciados. Según este enfoque, que orienta los procesos de liberalización del sector, en particular en el marco del AGCS, el desarrollo del turismo conlleva crecimiento y prosperidad, crea empleo, aumenta los salarios, favorece el ahorro, atrae las inversiones, facilita la transferencia de tecnología... El escaso margen de maniobra de los países pobres en las negociaciones, su dependencia frente a las inversiones extranjeras, su incapacidad para controlar los mecanismos de la industria turística mundial no les permiten con todo sacar realmente provecho del sector. El enfoque dominante, que sólo prevé el turismo por su impacto macroeconómico, no tiene en cuenta sus factores externos negativos sobre los recursos naturales, el nivel de vida de las poblaciones locales y en particular sobre la condición de las mujeres y la igualdad entre los sexos.

Extensión del turismo mundial y alternativas éticas
Françoise El Alaoui

El turismo se ha convertido en el sector de actividad más dinámico del mundo en términos de crecimiento. Los flujos de viajeros están en constante aumento. Pero su distribución sigue siendo notoriamente desigual. ¡Proceden esencialmente de Europa y Norteamérica, y en una menor medida de Asia, para permanecer allí! Estas mismas regiones concentran en efecto la gran mayoría de las “llegadas” y de los ingresos. Dueñas de los flujos, las transnacionales de la industria del turismo repatrían la parte fundamental de las divisas que éste genera cada vez más en los países de destino del Sur. En estas regiones, los efectos negativos del desarrollo turístico son múltiples: desplazamientos de poblaciones, trabajo forzado o pagado mal, mercantilización de las culturas, aumento de precios, exclusividad otorgada a los turistas en el acceso a distintos servicios, turismo sexual... ¿Las alternativas al modelo dominante destinadas a modificar las prácticas de los distintos participantes del sector están en condiciones de invertir la tendencia? Duraderas, equitativas, responsables o éticas, estas iniciativas no están tampoco al abrigo de distintas derivas y la relación desigual entre “visitantes” y “visitados” se mantiene imponente.

Turismo, universalización, consumismo y desarrollo sostenible en el Sudeste asiático
Anita Pleumaron

Ante el peso de la deuda y el endurecimiento de las condiciones del comercio, numerosos países en desarrollo se volvieron hacia el turismo para atraer divisas e inversiones. Instituciones multilaterales como el Banco Mundial y organizaciones comerciales como el Consejo mundial del viaje y del turismo se asignaron como misión el hacer del turismo una industria planetaria. En el Sudeste asiático como en otras partes, su desarrollo se basa en la liberalización del comercio internacional, la privatización de los patrimonios públicos y la mercantilización de las sociedades. La concentración del sector y sus beneficios en empresas transnacionales, la instrumentalización y el deterioro del medio ambiente y el desarrollo de una cultura materialista hiperconsumista en las nuevas clases medias del Sudeste asiático constituyen los principales corolarios. Las posibilidades que tiene el turismo de orientarse realmente hacia el desarrollo sostenible en el contexto económico y político actual sólo tienen oportunidad de tener éxito a condición que algunos cambios estructurales profundos se realicen en el sistema mundial.

Turismo rural en África: ¿conciliar “autenticidad”, “calidad” y “rentabilidad”?
Mimoun Hillali

La doble coacción económico-cultural contradictoria – “rentabilidad” vs. “autenticidad”; “adoptar la norma” vs. “remachar la diferencia”... – a la cual se somete efectivamente el “turismo rural” en África, es a la vez ridícula y nociva para las dinámicas locales, en cada una de sus dos dimensiones. Los neo-turistas, estos “anti-turistas” a la moda, procedentes de los países ricos y que se proponen distinguirse del turismo de masas, cambian periódicamente, mediante finanzas, su marco de vida ciudadano, moralmente estresante y materialmente cómodo, contra valores y métodos de vida calmantes; a saber: la simplicidad de un campesinado agropastoral “arcaico”. La necesidad convertida en mercado, el huésped rural del tercer mundo debe adaptarse, si espera beneficiarse: será por un lado tranquilizador, limpio y acogedor y por otro tradicional y exótico. El dogma liberal se impone: “la calidad” (normas y métodos) mejora la productividad y la productividad reduce la pobreza. ¿A qué condiciones el turismo rural en el Sur puede ser otra cosa que un recurso portador que los operadores deben rentabilizar del sector?

Biodiversidad y lógica del desarrollo “por” y “para” el turismo ecológico en Madagascar
Bruno Sarrasin y Haja Ramahatra

En un contexto de reestructuración de la economía y de redefinición del papel del Estado, el medio ambiente en el cual evoluciona el turismo - especialmente en el hemisferio Meridional - plantea importantes retos a los Gobiernos nacionales: ¿qué medidas tomar para un desarrollo sostenible y ventajoso de las poblaciones locales? La voluntad de reconciliar crecimiento económico, lucha contra la pobreza y protección de la biodiversidad, hace del turismo ecológico una estrategia de desarrollo cada vez más recomendada. Las “superficies protegidas” se designan entonces como el lugar ideal para llevarlo a la práctica. La escasez de estos espacios y la sed de los mercados por los medios naturales intactos recomiendan no obstante una gran vigilancia en su utilización. ¿El turismo ecológico puede beneficiar efectivamente a las superficies protegidas, a la población rural y a la economía nacional? En Madagascar, la lógica neoliberal, bajo los auspicios del Banco Mundial, en la cual se inserta el desarrollo “por” y “para” el turismo ecológico - a partir del parque nacional de Isalo en particular - no sirve los intereses de las mayorías pobres y no ofrece respuestas duraderas a la protección de la biodiversidad.

Universalización y turismo: mezcla explosiva para el pueblo indígena
Raymond de Chavez

El desarrollo exponencial del turismo en los países del tercer mundo se beneficia de toda la consideración de las instituciones financieras internacionales. Considerado como un vector de empleos y riquezas, el turismo local no pudo resistir a las lógicas liberales de la economía mundializada, contenidas en textos como el del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios. Las poblaciones indígenas del tercer mundo, hasta entonces respetadas por las actividades turísticas tradicionales, se convirtieron en los objetivos de un sector en plena extensión: el turismo ecológico. Elogiado como alternativo y ecológico, el turismo ecológico está sin embargo lejos de ser “duradero”. Sus efectos son a menudo devastadores para las poblaciones indígenas, que deben soportar todo su peso sin verdadera sintonización con su desarrollo. Evacuado de sus tierras tradicionales, perdiendo el control y el acceso a sus recursos naturales, el pueblo indígena conoce regularmente la caducidad social, tras la penetración del turismo y la comercialización de su cultivo. Estas poblaciones se convierten así en simples engranajes de una industria que pesa varios miles de millones de dólares.

Turismo en México: modelo de masa, del estatismo al mercado
Daniel Hiernaux

Fue pronto en el siglo XX cuando México promovió el turismo internacional sobre sus tierras. Éste, aplicado por el Estado, registró un crecimiento constante durante varias décadas, en el marco de un sistema de acumulación desarrollista de tipo fordista, fomentado por el Banco interamericano de desarrollo. Grandes inversiones, grandes trabajos de infraestructuras y repercusiones económicas significativas. La proximidad de los Estados Unidos, el cierre de Cuba al turismo, a raíz de la revolución, la penetración progresiva de las transnacionales participaron en la extensión de un turismo de playa masificado y estandarizado, copiado sobre el modelo estadounidense. La liberalización del sector, a partir de los años ochenta, va a confirmar la tendencia y a exacerbar sus inconvenientes sociales, económicos, culturales y medioambientales. El sector enriquece a las multinacionales e instrumentaliza, o incluso las pervierte, las realidades locales. La competencia creciente de los destinos a escala mundial y las evoluciones cualitativas de la demanda promueven la diversificación, pero los obstáculos son múltiples y las posibilidades de desarrollo de un turismo realmente alternativo, magros.

Turismo en los pequeños Estados insulares en desarrollo: ¿qué durabilidad?
Ranjan Solomon

Si la parte del turismo en las economías de los pequeños Estados insulares en desarrollo (PIE) del Caribe, del Océano Índico y el Pacífico sigue siendo muy variable hoy, crece rápidamente por todas partes. El entorno económico mundial impulsa a la mayoría de ellos a considerarlo como el motor de su desarrollo, capaz de dopar el crecimiento económico, de crear empleo y de atraer monedas extranjeras. Pero el “todo al turismo” dista mucho de ser una panacea. Paradójicamente, sus repercusiones económicas dependen en gran parte del desarrollo de otros sectores de actividades, desarrollo que debe permitir evitar las fugas de divisas y limitar la dependencia de un mercado extremadamente sensible a los cambios de humores de la economía mundial. Sus efectos pueden también ser negativos para la población local si no se hace nada contra las presiones inflacionistas, la explotación de la mano de obra, la mercantilización de las culturas... Al descuidar los daños medioambientales de la extensión del turismo, las PIE asierran la rama sobre la cual se apoyan. Es urgente emprender la instauración de políticas de desarrollo sostenible y equitativo del turismo.

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Extensión del turismo: ganadores y perdedores
Alternativas Meridionales
Expedientes Publicados por el Centro tricontinental de Louvain-la-Neuve y por Syllepse, Vol. XIII / 3, París, 2006.

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Blogs y portal asociados, bajo el signo de la Amistad Europea Universitaria por y para la Amistad Mundial:

España: http://blogs.periodistadigital.com/aeu.php

España: http://www.quediario.com/blogs/705/

Bélgica: http://quijote.skynetblogs.be/

EE.UU: http://tallerquijote.blogspot.com/

Bélgica: http://users.skynet.be/AEU/

sábado, octubre 07, 2006

Ganadores vs. perdedores del turismo 1/2

Ganadores vs. perdedores del turismo 1/2

Permalink 07.10.06 @ 12:30:00. Archivado en Hispanobelgas, Turismo

Somos muchos quienes pensamos que el turismo no es una panacea a la que cabe atribuir una eficacia socioeconómica general comparable con la de la aspirina en medicina.

El grupo independiente de investigadores del “Centro tricontinental” de Lovaina la Nueva acaba de probar no solamente que en el turismo internacional hay ganadores por un lado y perdedores por otro, sino que los ganadores son ganadores absolutos foráneos y que, por consecuencia, los perdedores son los indígenas, que asumen muy a su pesar la totalidad de las pérdidas como perdedores absolutos.

La única manera de escapar a esta oposición radical entre ganadores y perdedores consiste en reemplazar el modelo de turismo imperante, transformando el imperialismo del ocio abusivo en un intercambio equitativo, instrumento de ecodesarrollo sostenible y creíble.

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Extensión del turismo: ganadores y perdedores
Alternativas Meridionales

Expedientes publicados por el Centro tricontinental (CETRI) de Louvain-la-Neuve y por Syllepse, Vol. XIII / 3, París, 2006.

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El Centro tricontinental tiene por ambición el hacer oír las opiniones del Sur en el contexto actual de la universalización, de discutir las propuestas alternativas al modelo dominante y de contribuir a una reflexión de fondo sobre los movimientos sociales.

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Si la explosión del turismo - 10 millones de vacacionistas internacionales en 1950, mil millones en 2010 - se basa esencialmente en su democratización en las capas medias de los países ricos, su internacionalización no confirma menos su carácter profundamente desigual.

Reveladores escandalosos de las disparidades Norte-Sur, los flujos y la industria turísticos tienden también a agravar las divergencias: algunos operadores turísticos transnacionales comparten una parte creciente de los beneficios - más de 500 mil millones de euros de ingresos para el conjunto del sector, un 10% del producto mundial bruto - y el “primer mundo” se impone siempre como la principal emisora y receptor de estos “emigrantes de placer” que son los vacacionistas.

Sin embargo, el turismo también se convirtió en la primera fuente de divisas para un tercio de los “países en vías de desarrollo”.

¿A qué precio en costes sociales, medioambientales y culturales? ¿Privatización del patrimonio, saqueo de los ecosistemas, folclorización de las sociedades, consumo de las costumbres... el monocultivo del turismo masificado y la diversificación global de su oferta inducen otra cosa que un “nuevo uso occidental del mundo”?

Las iniciativas en materia de turismo solidario, duradero o ético así quieren creerlo, transformando el ocio en un intercambio equitativo, instrumento de ecodesarrollo...

Lo cual no quita el que la dura realidad de la relación desigual entre “visitantes” y “visitados” y aquélla, más global, del desequilibrio entre promotores de la industria turística y poblaciones locales invitan a pensar en nuevas formas de regulación.

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Resúmenes

Extensión del turismo internacional: ganadores y perdedores
Bernard Duterme

Si la explosión del turismo se basa en su democratización en los países ricos, su internacionalización no confirma menos su carácter desigual, y el discurso humanista de la OMT (Organización Mundial del Turismo), su opción liberal. Reveladores de las disparidades Norte-Sur, los flujos turísticos cavan las divergencias: los operadores turísticos transnacionales se comparten una parte creciente de los beneficios y el “primer mundo” se impone siempre como la principal emisora y receptor de los “emigrantes de placer”. Sin embargo, el turismo se convirtió en la primera fuente de divisas para un tercio de los “países en desarrollo”. ¿A qué precio en costes sociales, medioambientales y culturales? ¿Privatización del patrimonio, saqueo de los ecosistemas, folclorización de las sociedades, consumo de las costumbres... el monocultivo del turismo masificado y la diversificación global de su oferta inducen otra cosa que un “nuevo uso occidental del mundo”? Las iniciativas en materia de turismo ético quieren creerlo. Lo cual no quita que la realidad de la relación desigual entre “visitantes” y “visitados” y aquella, más global, del desequilibrio entre promotores de la industria turística y poblaciones locales exigen nuevas regularizaciones.

Extensión del turismo internacional y liberalización de los servicios
Ecuaciones

Las amenazas que el AGCS (Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios) hace pesar sobre los servicios públicos esenciales, suscitaron una enérgica oposición a través del mundo. Sus consecuencias sobre un sector “comercial” en expansión constante como el turismo están, ellas también, cargadas de secuelas para los países en vías de desarrollo. Se descubre desde hace unos años que el turismo dista mucho de ser “la industria no contaminante” que se creía. En la India, su desarrollo salvaje implicó una explotación desbocada del medio ambiente natural, en particular a lo largo de las costas, y se tradujo en una utilización intensiva de los recursos, que puso en peligro la supervivencia de numerosas comunidades locales. Existen con todo experiencias de turismo animadas por las comunidades y respetuosas del medio ambiente. Leyes nacionales y foros internacionales pretenden reforzar este modelo alternativo de desarrollo turístico. El tratamiento que el turismo recibe en el AGCS está sin embargo logrando poner fuera de la ley toda reglamentación nacional o local que limite de algún modo el acceso de las multinacionales del turismo a los mercados nacionales.

Privatizaciones, mercantilización y turismo
Anita Pleumaron

Más que cualquier otro sector, la industria turística contribuye a la mercantilización del mundo por la apropiación - adquisiciones de hecho, privatizaciones... de recursos públicos y la puesta en venta de sus múltiples “productos” materiales e inmateriales, sacados de los cuadros sociales, naturales y culturales en los cuales opera. La instrumentalización de las “superficies protegidas” con fines comerciales, a menudo sin respeto por las realidades humanas locales y sin verdadera consideración por los imperativos medioambientales, procede de la misma lógica. Con el AGCS (Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios) discutido en el marco de la OMC, parece que en adelante ningún lugar ni bien puedan permanecer protegidos de manera durable de la avidez de las empresas. Si el “turismo equitativo” puede ayudar a redistribuir algunos beneficios, no cuestiona verdaderamente la comercialización de realidades sociales y naturales transformadas en “productos”, en la cual se base el desarrollo de la industria turística transnacional y que lo asimila a una determinada forma de prostitución. Contra la mercantilización en todas las direcciones, se trata de movilizarse por la reglamentación del sector.

Alternativa democrática a la lógica dominante del turismo mundial
K.T. Suresh

Considerado como una fuerza económica mayor, el turismo mundial actual y su enfoque comercial se desarrollan generalmente en detrimento del medio ambiente y de los derechos sociales y culturales de las poblaciones autóctonas del Sur. Su estructura de empresa, más a la escucha del mercado que de las personas, beneficia poco a las economías locales y mucho a los operadores turísticos transnacionales. Su impacto precario y sus efectos negativos sobre los recursos naturales y las realidades sociales, en particular en los pequeños Estados insulares en desarrollo, revelan un sistema orientado en primer lugar hacia la apropiación privada de los bienes y del beneficio. La democratización del turismo, basada en la participación colegial de todos los protagonistas afectados por las decisiones, constituye una prioridad, al igual que la implicación de las autoridades locales en la definición de las políticas y en la distribución de los beneficios. El cuestionamiento de la liberalización indiscriminada del sector, contenida en particular en el AGCS, es otro reto, complementario al refuerzo de las instituciones reguladoras internacionales, nacionales y locales y en apoyo de los protagonistas populares de un turismo duradero y equitativo.

jueves, octubre 05, 2006

Gagnants et perdants du tourisme 1/2

Gagnants et perdants du tourisme 1/2

Permalink 06.10.06 @ 12:12:12. Archivado en Turismo

Expansion du tourisme: gagnants et perdants

Alternatives Sud

Dossiers Edités par le Centre tricontinental de Louvain-la-Neuve et par Syllepse,Vol. XIII / 3, Paris, 2006.

Le Centre tricontinental a pour ambition de faire entendre des points de vue du Sud dans le contexte actuel de mondialisation, de discuter les propositions alternatives au modèle dominant et de contribuer à une réflexion de fond sur les mouvements sociaux.

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Si l’explosion du tourisme – 10 millions de vacanciers internationaux en 1950, 1 milliard en 2010 – repose pour l’essentiel sur sa démocratisation au sein des couches moyennes des pays riches, son internationalisation n’en confirme pas moins son caractère profondément inégalitaire.

Révélateurs criants des disparités Nord-Sud, les flux et l’industrie touristiques ont aussi tendance à creuser les écarts : quelques tour-opérateurs transnationaux se partagent une part croissante des profits – plus de 500 milliards d’euros de recettes pour l’ensemble du secteur, 10% du produit mondial brut – et le « premier monde » s’impose toujours comme le principal émetteur et récepteur de ces « migrants de plaisance » que sont les vacanciers.

Pour autant, le tourisme est aussi devenu la première source de devises pour un tiers des « pays en voie de développement ».

A quels coûts sociaux, environnementaux et culturels ? Privatisation du patrimoine, saccage des écosystèmes, folklorisation des sociétés, consommation des moeurs… la monoculture du tourisme massifié et la diversification tous azimuts de son offre induisent-elles autre chose qu’un « nouvel usage occidental du monde » ?

Les initiatives en matière de tourisme solidaire, durable ou éthique veulent le croire, en transformant le loisir en un échange équitable, instrument d’écodéveloppement...

Reste que la réalité tenace du rapport inégal entre « visiteurs » et « visités » et celle, plus globale, du déséquilibre entre promoteurs de l’industrie touristique et populations locales invitent à penser de nouvelles formes de régulation.

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Résumés

Expansion du tourisme international : gagnants et perdants

Bernard Duterme

Si l’explosion du tourisme repose sur sa démocratisation au sein des pays riches, son internationalisation n’en confirme pas moins son caractère inégalitaire, et le discours humaniste de l’OMT, son option libérale. Révélateurs des disparités Nord-Sud, les flux touristiques creusent les écarts : les tour-opérateurs transnationaux se partagent une part croissante des profits et le « premier monde » s’impose toujours comme le principal émetteur et récepteur des « migrants de plaisance ». Pour autant, le tourisme est devenu la première source de devises pour un tiers des « pays en développement ». A quels coûts sociaux, environnementaux et culturels ? Privatisation du patrimoine, saccage des écosystèmes, folklorisation des sociétés, consommation des moeurs… la monoculture du tourisme massifié et la diversification tous azimuts de son offre induisent-elles autre chose qu’un « nouvel usage occidental du monde » ? Les initiatives en matière de tourisme éthique veulent le croire. Reste que la réalité du rapport inégal entre « visiteurs » et « visités » et celle, plus globale, du déséquilibre entre promoteurs de l’industrie touristique et populations locales appellent de nouvelles régulations.

Expansion du tourisme international et libéralisation des services

Equations

Les menaces que l’AGCS fait peser sur les services publics essentiels ont suscité une levée de bouclier à travers le monde. Ses conséquences sur un secteur « commercial » en expansion constante comme le tourisme sont, elles aussi, lourdes de conséquences pour les pays en voie de développement. On découvre depuis quelques années que le tourisme est loin d’être « l’industrie sans fumée » que l’on croyait. En Inde, son développement sauvage a entraîné une exploitation débridée des environnements naturels, en particulier le long des côtes, et s’est traduit par une utilisation intensive des ressources qui a mis en péril la survie de nombreuses communautés locales. Il existe pourtant des expériences de tourisme animées par les communautés et respectueuses de l’environnement. Des lois nationales et des forums internationaux cherchent à renforcer ce modèle alternatif de développement touristique. Le traitement que le tourisme reçoit au sein de l’AGCS est en passe cependant de rendre hors-la-loi toute réglementation nationale ou locale limitant de quelque manière que ce soit l’accès des multinationales du tourisme aux marchés nationaux.

Privatisations, marchandisation et tourisme

Anita Pleumaron

Plus que tout autre secteur, l’industrie touristique participe à la marchandisation du monde par l’appropriation – acquisitions de fait, privatisations… – de ressources publiques et la mise en vente de ses multiples « produits » matériels et immatériels, puisés dans les cadres sociaux, naturels et culturels dans lesquels elle opère. L’instrumentalisation des « aires protégées » à des fins commerciales, souvent sans respect pour les réalités humaines locales et sans véritable considération pour les impératifs environnementaux, procède de la même logique. Avec l’AGCS (Accord général sur le commerce des services) discuté dans le cadre de l’OMC, il semble que plus aucun endroit ni bien ne puisse à terme demeurer à l’abri de l’avidité des entreprises. Si le « tourisme équitable » peut aider à redistribuer certains bénéfices, il ne questionne pas véritablement la commercialisation de réalités sociales et naturelles transformées en « produits », sur laquelle se fonde le développement de l’industrie touristique transnationale et qui l’assimile à une certaine forme de prostitution. Contre la marchandisation tous azimuts, il s’agit de se mobiliser pour la réglementation du secteur.

Alternative démocratique à la logique dominante du tourisme mondial

K.T. Suresh

Considéré comme une force économique majeure, le tourisme mondial actuel et son approche commerciale se développent le plus souvent au détriment de l’environnement et des droits sociaux et culturels des populations autochtones du Sud. Sa structure d'entreprise, plus à l'écoute du marché que des personnes, bénéficie peu aux économies locales et beaucoup aux tour-opérateurs transnationaux. Son impact précaire et ses effets négatifs sur les ressources naturelles et les réalités sociales, en particulier dans les petits Etats insulaires en développement, révèlent un système d’abord axé sur l’appropriation privée des biens et le profit. La démocratisation du tourisme, basée sur la participation collégiale de tous les acteurs concernés aux décisions, constitue une priorité, tout comme l’implication des autorités locales dans la définition des politiques et le partage des bénéfices. La remise en cause de la libéralisation indiscriminée du secteur contenue notamment dans l’AGCS, est un autre défi, complémentaire au renforcement des institutions régulatrices internationales, nationales et locales et au soutien des acteurs populaires d’un tourisme durable et équitable.


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Expansion du tourisme: gagnants et perdants

Alternatives Sud

Dossiers Edités par le Centre tricontinental de Louvain-la-Neuve et par Syllepse, Vol. XIII / 3, Paris, 2006.

Don Imperio 3/3

Don Imperio 3/3

Permalink 05.10.06 @ 12:12:12. Archivado en Cuento

Tres días después llegaban al prado colindante con el bosque miles de cabras apuradas, que corrían perseguidas por Don Imperio en persona. Una vez encerradas detrás del telón de acero que el lobo feroz les había preparado, éste se dirigió en voz alta a la cabrita Blanquinegra:

—Aquí las tienes, sabia banquera; para que veas lo que es capaz de hacer un viejo cazador dispuesto a prepararse un sabroso retiro bien merecido.

Las cabritas prisioneras, locas de inquietud, se miraban unas a otras para descubrir a quién de entre ellas se dirigía esta frase imposible y horrible, que presuponía que existía en su noble raza de rumiantes un par de orejas capaz de captarlas.

Una ola de sobrecogimiento atravesó la masa de cabezas, cuando la cabrita Blanquinegra se adelantó hacia el lobo Don Imperio y lo saludó tímidamente con la mano en alto. Un murmullo de indignación salió de debajo de los miles de patas paralizadas de las prisioneras, atravesó el espacio maldito que las separaba del lobo y se metió como un cuchillo en el corazón de la Blanquinegra.

Aquella noche, las primeras cabritas a las que la Blanca y la Negra intentaron explicar el plan político de la Blanquinegra, reaccionaron con la sorna característica de intelectuales a los que se les pide cooperar en el plan de embellecimiento de un servicio de censura. Hubo incluso un hermoso macho cabrío pelirrojo que se alzó sobre sus patas traseras y replicó:

—Podéis decirle a la señorita Blanquinegra que si desea un par de cuernos para enhebrar a ese lobo y coserlo a tierra, aquí tiene los míos; pero que si lo que desea es convencer a un carnicero rabioso para que se convierta en herbívoro y rumiante, eso es como obstinarse en habituar a un pez a que viva fuera del agua. El carnívoro ansía la sangre ajena como el pez ansía el agua.

La Blanca y la Negra trasmitieron puntualmente a la Blanquinegra las reacciones que habían obtenido hablando con el pueblo llano de las cabras. La Blanquinegra se dijo:

—Tienen razón; lo que yo intento es hacer cambiar de naturaleza a un ser maldito que lleva en sus sueños ancestrales la criminal idea de vivir destruyendo la vida de los seres que deberían convivir con él. Lo que tenemos que hacer los rumiantes es o bien imponer por la fuerza a este ser asesino una moral de herbívoro, o bien exiliarlo.

La Blanquinegra, persuadida de la fuerza de la razón, no previó entre las posibilidades lógicas que había que imaginar la de la emigración de todos los rumiantes a otro continente sobre el cual no existieran carnívoros. Esta fue, sin embargo, la línea política que el pleno de las cabras adoptó cuando, convencidas por la Blanca y por la Negra que había que organizarse políticamente, se reunieron para estudiar la solución al problema de su inminente holocausto.

He aquí cómo las pacifistas cabritas aplicaron la resolución de emigrar adoptada por su congreso general: la cabra Blanquinegra se presentó ante el lobo Don Imperio:

—Señor lobo, yo sé que el hedor nauseabundo de la mierda verde puede trastornar sus sentidos hasta el punto de provocarle la agonía; ahora bien, para desgracia nuestra, las cabritas que han llegado de los prados lejanos están todas con una incontenible diarrea; lo cual significa que si les hinca el diente, en vez de carne como mantequilla tierna y sabrosa, se va a encontrar con la mierda de hierba más repelente que haya visto en toda su vida; a mí misma, que tanto me gusta la hierba, me incomoda el olor que dan mis hermanas.

El lobo abrió los cornetes de sus narices como si estuviera oyendo el anuncio del juicio final.

—¿Quieres decirme, estúpida banquera, que me he traído del otro lado del mundo una mercancía podrida?

—Así es, señor; no cabe llamar con otro nombre a lo que ha sucedido.

El lobo se acarició su mentón puntiagudo resoplando por sus narices, para que el olor que ya percibía con su sensibilidad ancestral saliera de su cerebro.

—¿Qué sugieres, desgraciada responsable de mi ruina?

—Muy sencillo, Don Imperio: me las voy a llevar a todas al río y se van a lavar por dentro y por fuera con la gran corriente.

Unos minutos después, sin dar tiempo a que el lobo carnicero saliera del torpor en que lo había sumido la idea del olor pestilencial de la mierda de hierba, la multitud de las cabras abocadas al holocausto, precedidas por la Blanquinegra, la Blanca y la Negra, se dejó llevar por la viva corriente del río.

El río las condujo hasta el mar y en el mar, justo delante de las aguas movidas de la ría, el impulso salvador de la corriente las empujó hasta el seno acogedor de una hermosa isla verde y serena.

A partir de entonces, ésta isla completamente vegetariana, defendida de los carnívoros por el mítico unicornio (1), fuerte y virgen, asistido de valerosos machos cabríos de todos los colores, se convirtió en el continente utópico de los rumiantes.

Si tú deseas visitarla, querido lector, tendrás que renunciar a tu paradójica moral de carnívoro y adoptar, al menos por unos días, la inocente moral del vegetariano.

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(1) unicornio : (doc. 1283, lat. unicornuus íd. ) m. “Animal fabuloso que fingieron los antiguos poetas, de figura de caballo y con un cuerno recto en mitad de la frente.”, DRAE. Fr. licorne : “notre licorne apparaît avec son histoire définitive et son application christologique dans un bestiaire alexandrin du IVe siècle; un texte hermétique antérieur permet de penser que la légende préexistait au symbolisme. La licorne est décrite comme un animal sauvage et très robuste, ressemblant à une chèvre, que seule peut capturer une vierge pure: il saute dans son sein, elle lui donne à téter et l’on s’en empare. C’est une figure du Sauveur, est-il ajouté, qui a établi sa demeure dans le sein de la Vierge.”, Encyclopedia Universalis, 2000, sous l'entrée Licorne.

La licorne représente la pureté: “jusqu’au XVe siècle, parmi les figures du blason, seuls les animaux semblent réellement posséder un contenu symbolique, lié, d’une manière accessible à tous, à une qualité ou à une vertu: le lion représente la vaillance et la générosité, l’aigle la puissance souveraine, le sanglier le courage, la licorne la pureté, l’agneau l’innocence, etc.”, Encyclopedia Universalis,2000, sous l'entrée Héraldique.

miércoles, octubre 04, 2006

Don Imperio 2/3

Don Imperio 2/3

Permalink 04.10.06 @ 16:30:00. Archivado en Cuento

Desde aquél día la cabrita Blanquinegra no solamente impedía que sus hermanas se salieran del prado colindante con el bosque, sino que las incitaba a comer para que se pusieran repletitas al gusto del señor lobo Don Imperio.

Mientras tanto, ella se fue enterando por las ovejas, carneros y otros pequeños rumiantes que se acercaban por su prado, y a los que sólo les permitía pastar a cambio de información económica, cuáles eran las tierras lejanas en las que una sabia banquera como ella podría comprar prados sabrosos que no carecieran de pasto jamás.

Los pequeños rumiantes se sacaban de la memoria mitológica de su raza los nombres más apetitosos y sonoros que sus padres les habían mentado para mitigar la aspereza de las privaciones presentes; unos decían: Mamérica, tierra madre de todos los goces; otros: Suicia, que es el país más limpio de Ropa, donde nadie vive en cueros por temor de ponerse sucio como sus míseros antepasados; otros: Intrusia, estado de creación reciente cuyo estatuto prohibe la salida de sus ciudadanos, por temor a que una vez salidos algún intruso del exterior venga a quitarles el sitio a los nativos.

Sumamente ocupada cotejando informaciones e incitando a comer a sus hermanas, la sabia cabrita banquera llegó a quedarse tan escuálida, que el lobo Don Imperio le decía mientras la pagaba por sus servicios:

—Eres tan buena administradora, que olvidas lo sabrosa que está para ti la hierba que pisas; tu valía me ha dado la idea de traerme otras cabras de prados muy lejanos de éste que tú me administras, para poder entrever mi retiro con la tranquilidad que se merece un trabajador de toda la vida como yo.

La cabrita Blanquinegra, que aunque convertida en banquera por el lobo no había cambiado su naturaleza de rumiante por la de cazadora, sintió surgir en su corazón un violento surtidor de crítica:

—Señor Don Imperio, querrá usted decir un cazador de toda la vida, más bien que un trabajador.

El lobo, nada herido en su amor propio, sino más bien adulado en su axiología ancestral, respondió indolentemente a su banquera Blanquinegra:

—Mira, intelectual de mierda, tú te pasas la vida rumiando lo que comes, mientras que yo y los de mi raza nos la pasamos persiguiendo enemigos, matándolos y comiéndolos.

La cabrita blanquinegra, poco satisfecha con la axiología del lobo Don Imperio, le replicó:

—¿Pero qué enemigos, señor?

El lobo, poniendo una cara de cíclope en ayunas que saborea la idea de un aperitivo variado, le largó su fundamental evidencia axiológica:

—Es enemigo mío todo ser vivo que puede transformarse en mi comida; así, por ejemplo, usted misma, si no cuento con otro plato, es mi enemiga a partir del momento que yo sienta hambre.

Para la pobre cabrita Blanquinegra aquella conversación con su terrible patrón el lobo Don Imperio le sirvió de psicoterapia. En el instante mismo recobró la pureza de sus presupuestos fundamentales de rumiante y se puso a pensar en la revolución que podría organizar en colaboración con la turba inmensa de hermanos y hermanas que el lobo Don Imperio iba a concentrar bajo su autoridad.

Aquella misma noche se reunió con sus hermanas Blanca y Negra, que la oyeron con miedo, más que con simpatía.

—Tiene que ser una revolución intelectual de auténticos rumiantes la que organicemos para liberarnos de la dictadura de este horrible carnicero que nos tiene esclavizadas. En cuanto lleguen aquí nuestros hermanos y hermanas concentrados por el lobo con nosotras, vamos a comenzar la revolución más fundamental de la historia.

—¿Por qué fundamental?, se atrevió a preguntar tímidamente la cabrita Negra.

—Porque vamos a trasformar los principios mismos de la moral dominante en el mundo hasta ahora.

—¿Qué principios son ésos, sabia banquera?

La cabrita Blanquinegra se quedó mirando a la cabrita Blanca, con un enorme goterón de lágrimas en sus ojos purificados de rumiante:

—Los principios del cazador carnívoro.

martes, octubre 03, 2006

Don Imperio 1/3

Don Imperio 1/3

Permalink 03.10.06 @ 17:36:00. Archivado en Cuento

Había en mi tierra tres cabritas que iban todos los días a pastar a una pradera cerca del bosque donde vivía el lobo Don Imperio. Una era Blanca, otra Negra y una tercera, la más inteligente de las tres, medio blanca y medio negra, que por eso la llamábamos la Blanquinegra.

Un día, al levantar alegres sus cabecitas, después de haberse llenado los estómagos de hierba fresca y sabrosa, se encontraron frente a frente con los sanguinolentos ojos de Don Imperio, que las miraba con extremada gula. El lobo Don Imperio dijo con una voz cavernosa que denotaba la impaciencia de su vientre voraz:

—Cabritas, ahora que estáis tan bien repletitas, os voy a comer.

Las cabritas temblorosas le respondieron:

—No, Don Imperio, no nos coma tan corriendo, que si no nos deja hacer la digestión, encontrará en nuestras barriguitas hierba machacada y mierda verde que le harán vomitar.

El lobo Don Imperio, que le tenía una auténtica manía a la hierba, y sobre todo a la hierba encontrada en las tripas de sus víctimas, puso su dedo pulgar hacia arriba, para que las tres cabritas comprendieran que por el momento les perdonaba la vida.

Durante unos cuantos días, las tres cabritas evitaron el prado cerca del bosque, aunque el recuerdo de su hierba las llenaba de melancolía, porque la idea de ver reaparecer al lobo Don Imperio las tenía aterrorizadas. Pero dos semanas después, excitadas por otras compañeras que habían vuelto de aquél prado elogiando la calidad del menú que ofrecía, se dijeron:

—Ese lobo, que tan mal soporta el olor de la hierba, ha tenido que retirarse a lugares en que se huela más bien la carne, que es lo que de verdad le gusta a él.

Orgullosas con la gran idea que las había liberado de su complejo de persecución, muy de mañanita se dirigieron al prado colindante con el bosque en que vivía el lobo Don Imperio, dispuestas a saborear los mejores platos vegetarianos que el lugar les podía ofrecer.

De pronto, cuando las tres gozaban juguetonas de la sabrosa hierba que lamían y relamían, acariciándola y besándola antes de absorberla, el lobo Don Imperio, de sopetón, se presentó ante ellas:

—Cabritas, esta vez sí que me voy a regalar quebrando con mis colmillos vuestros huesecillos crujientes y masticando como si fuera de mantequilla vuestra carne tierna.

La Blanquinegra de las tres cabritas, encogiéndose como una persona sumamente humilde, replicó al lobo Don Imperio:

—Si nos mirara bien, digno señor lobo, observaría que nuestras carnecitas están más bien flacas, debido al largo ayuno que hemos tenido que soportar estando privadas de la hierba de este prado; espere más bien unos días que vengamos a pastar aquí cerca de usted y que nos pongamos bien gorditas a su vista; así, cuando usted nos vea a punto, nos comerá con extremo placer y se sentirá sumamente feliz por haber aumentado la rentabilidad de su capital mediante una simple espera.

Como al señor lobo Don Imperio le pareció sensata la proposición de la humilde cabrita, asintió a su súplica con la pata anterior derecha y añadió con su enorme bocaza llena de pastosa saliva de goloso:

—Muy bien, muy bien, cabrita; a ti te voy a nombrar mi sabia banquera, y tu misión va a ser controlar a tus hermanas Blanca y Negra para que engorden a mi gusto y no se me larguen de aquí hasta que yo me las coma; en premio a tu diligencia, a ti te procuraré los mejores pastos, te cubriré de papel de banco, para que puedas huir de este país de miseria e instalarte en un país donde el mejor pasto del mundo esté garantizado; te comeré solamente la última, en caso de que me quede hambre y de que te encuentre donde te hayas refugiado.

-oOo-

Cuento sacado de la novela corta Dinastías de Salvador García Bardón, escrita en 1962 y publicada repetidamente desde entonces, en Leuven y en Louvain-la-Neuve, como material de trabajo para los estudiantes de español. En la edición de 2001 de Diffusion Universitaire Ciaco, Louvain-la-Neuve, ocupa las páginas 24-26.