martes, diciembre 05, 2006

Isofotón, energía solar para todos

Isofotón, energía solar para todos

Permalink 05.12.06 @ 22:02:00. Archivado en Universidades, Energías renovables

La más severa de las crisis petroleras mundiales, brutalmente acelerada por el atentado del 11/09/2001, nos impuso el descubrimiento y desarrollo urgente de nuevas energías.

La energía solar es la más democrática de las energías alternativas: el sol es la única riqueza natural incuestionable dondequiera la vida humana es posible. Gran número de las zonas del mundo en donde la pobreza está generalizada, se encuentran generosamente bañadas por el sol a lo largo de todo el año.

Isofotón, tecnología solar malagueña, consciente entre las primeras en Europa de esta realidad natural, está actualmente presente en más de cincuenta países.

La hazaña ha sido posible a partir de una ejemplar simbiosis de investigación universitaria e industrial, simbiosis inteligentemente equilibrada y comercializada, a partir de 1987, en pro de la creatividad y de la rentabilidad.

Isofotón, debido a sus orígenes austeros y modestos, ha logrado la plena autonomía del proceso productivo de sus células solares: Isofotón es una de las pocas empresas que realizan todo el proceso productivo de sus células solares desde el principio hasta el final.

El mérito del triunfo inicial hay que atribuírselo a su conceptor científico, más que al comercial, que creó la firma sin objetivo de lucro en 1981, impulsado por su propia tesis doctoral. Se trataba del genial Antonio Luque, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid (3). Este brillante investigador universitario desarrollaba por entonces una nueva tecnología para la producción de energía solar mediante células fotoeléctricas bifaciales (4). Con el apoyo de José Luis Manzano(2), a partir de 1987, reenforzó su proyecto universitario malagueño, que había comenzado en 1981 con un laboratorio de poco más de 400 metros y una plantilla de 15 trabajadores. Apenas promovido como doctor, se había convertido en pionero y explorador de las prometedoras perspectivas actuales, cuyo futuro está garantizado por el ejemplar equipo humano del que él mismo y José Luis Manzano han sabido rodearse desde sus primeros pasos firmes en el mundo comercial.

Mérito del equipo fue el haber descubierto Latinoamérica y África como horizonte abierto para la nueva empresa Isofotón.

Si hoy asistimos al triunfo incontestable de Isofotón, que ha celebrado este año sus bodas de plata, en presencia del Rey, con unas instalaciones de 28.000 metros cuadrados y un equipo humano que ronda los 800 empleados en Málaga, debemos reconocer, al recorrer su historia, que éste triunfo ha sido alcanzado tras la superación, por un valioso equipo humano, de un reto científico, tecnológico y comercial complicado, que requería excepcionales cualidades humanas de clarividencia, constancia, confianza y solidaridad. Estas virtudes y otras más, que el lector puede descubrir estudiando los documentos adjuntos (1), explican la prestigiosa notoriedad de empresa que caracteriza actualmente a Isofotón.

A la empresa malagueña le cabe el honor de estar especializada en “aportar soluciones sociales”, denominación con la que José Luis Manzano se refiere a la electrificación de zonas rurales de difícil acceso a la red, que es la actividad central de Isofotón. “Con la electricidad abrimos la puerta al desarrollo, a la sanidad y a la educación, y lo hacemos desde Málaga, pues no somos partidarios de los procesos de deslocalización”.

-oOo-

Isofotón: energía para todos
por José Luis Manzano
, 02/01/2006
División en párrafos, titulación y subrayados editoriales de Salvador García Bardón, 05/11/2006.

Isofotón, compañía nacida en 1981 y con sede central en Málaga, es uno de los principales productores de energía solar fotovoltaica. Es, en concreto, el noveno a nivel mundial, y el segundo en Europa

La crisis petrolera

Los primeros años de la década de los setenta fueron fatídicos para la economía mundial. La crisis del petróleo hizo tambalearse todas las estructuras que regían los mecanismos de las grandes potencias, y las dudas empezaron a generalizarse en todos los sectores económicos. La dinámica mundial parecía verse obligada a cambiar el funcionamiento con el que hasta el momento se había mantenido, y una de las posibles medidas con las que contar podría ser encontrar nuevas fuentes de energía que suplieran la carencia del elemento desencadenante de la crisis: el petróleo.

La energía solar, la más democrática de las alternativas

Comienzan entonces a cobrar fuerza los movimientos ecologistas, los partidos políticos concienciados con la naturaleza, y se empieza a hablar también de energías alternativas, energías renovables, nuevas energías en general. Entre ellas destaca una: la energía solar. Quizás la solución al problema, en vez de estar bajo tierra, estuviese sobre nuestras cabezas.

Dentro de las también denominadas energías limpias, la solar juega uno de los papeles más destacados y relevantes, y ya no sólo por su eficacia y economía, sino también por la democratización energética que podría llegar a suponer. Muchos países en vías de desarrollo, o peor aún, una gran cantidad de lugares diseminados por el atlas en los que ningún tipo de desarrollo va a ser nunca posible, solamente cuentan con el sol como única riqueza natural incuestionable.

Alguna ley de la naturaleza ha dispuesto que gran número de estas zonas del mundo en donde la pobreza está generalizada, se encuentren generosamente bañadas por el sol a lo largo del año. La energía solar, aquella que permite aprovecharse de la fuerza del sol a través de una pequeña infraestructura tecnológica, podría ser una decisiva oportunidad de acceso en estas regiones a una mínima calidad de vida. "La energía solar sirve para llevar a muchas personas que no tienen nada una ilusión", dice José Luis Manzano, Consejero Delegado de Isofotón, compañía española especializada en el desarrollo de soluciones energéticas solares. "Donde no hay energía, no hay educación; donde no hay educación, no hay salud, no hay futuro. Donde no hay energía, realmente la gente está abocada al máximo fracaso y a la pobreza más grande".

Isofotón, tecnología malagueña presente en más de cincuenta países

Isofotón, compañía nacida en 1981 y con sede central en Málaga, es uno de los principales productores de energía solar fotovoltaica. Es, en concreto, el noveno a nivel mundial, y el segundo en Europa. Con una capacidad de producción de 60 MW de energía fotovoltaica y 40.000 m2 de energía térmica, Isofotón es una de las empresas pioneras en llevar a la práctica conjuntamente estas dos tecnologías solares de fabricación. Con filiales en países como Ecuador, China o Senegal, y un cuantioso número de sucursales repartidas por el mundo, la energía generada por la tecnología de Isofotón está presente en más de cincuenta países. Es de hecho en el extranjero donde la empresa malagueña encuentra su principal beneficio: el 80% de su producción es exportada. Ya sólo Alemania supone el 50% de estas ventas al extranjero, siendo este uno de los grandes méritos de Isofotón, pues el país germánico posee un potencial de energía solar enormemente superior al español. Tecnología malagueña en uno de los países más tecnificados del mundo. "Málaga está en la Costa del Sol. Parece una cosa lógica que siendo esto la Costa del Sol, una empresa que fabrica productos de energía solar tenga que estar aquí". Bromas aparte, España es junto a Alemania, Japón y Estados Unidos, uno de los mayores fabricantes mundiales de células solares. Y nuestro ancestral culto al sol no puede ser un elemento meramente circunstancial en todo esto. "España es uno de los países que más potencial energético tiene. Es el país del sol. La fuente de ingresos más importante es el turismo, y los turistas viene aquí por el sol".

Simbiosis Universidad e Industria

Isofotón nace de unos proyectos de investigación que en la década de los setenta lleva a cabo un grupo de científicos liderados por el profesor Antonio Luque en la Universidad Politécnica de Madrid, con el objetivo de contrarrestar los asoladores efectos de la crisis del petróleo. Los resultados de la tesis doctoral van tomando una forma que se promete de lo más beneficiosa. Se desarrolla una célula bifacial. Esto era completamente novedoso, captaba la radiación solar por las dos caras. A partir de ahí, Antonio Luque convence a una serie de inversores, a amigos, a su hermano, a compañeros suyos... y crea en 1981 esta compañía. Una vez más, un logro científico y universitario español salta al arriesgado ruedo de la aventura empresarial.

Autonomía del proceso productivo de su células solares

En contraste con la impresionante construcción de más de treinta mil metros cuadrados con la que actualmente cuenta Isofotón en el Parque Tecnológico de Andalucía, la primera ubicación de la empresa fue mucho más modesta y reducida. Un laboratorio compartido en la Universidad Politécnica madrileña, y una pequeña oficina con una planta productiva de apenas doscientos metros cuadrados en Málaga, componían el total de las instalaciones de estos científicos reconvertidos en empresarios. En este mínimo espacio, existía además una dificultad a mayores: la maquinaria necesaria para el correcto desarrollo de la tecnología ideada tenía que ser elaborada prácticamente a medida. Esta contrariedad se ha convertido con el tiempo en uno de los valores añadidos de la compañía, ya que actualmente ésta fabrica tanto células solares como todos los procesos industriales necesarios para a su vez poder elaborarlas. Isofotón crea pues todas sus máquinas y tecnologías, que incluso llega a exportar, siendo así una de las pocas empresas que realiza todo el proceso productivo de su células solares desde el principio hasta el final.

Inspirar confianza

Y si aún hoy en día la energía solar es una desconocida para cierta parte de la población, mucho más lo era a principios de la década de los ochenta. Estos primeros años de la empresa fueron difíciles tanto por la escasez de perfeccionamiento tecnológico como, sobre todo, por la falta de confianza en los resultados que esta tecnología desconocida, española además, pudiera obtener.

El pionero explorador José Luis Manzano

Precisamente, la carrera profesional de José Luis Manzano en Isofotón comenzó en el departamento comercial de la empresa, en 1987. Los principales mercados occidentales en los que la compañía andaluza intentaba penetrar, además de ser todavía reducidos, tenían ya sus necesidades energéticas cubiertas, por lo que la única solución posible era orientar su oferta hacia el lado opuesto de la brújula: los países en vías de desarrollo. Fue este el gran acierto de la empresa en su salida comercial al exterior, y una de las principales bazas en el reconocimiento internacional actual de Isofotón.

Latinoamérica y África

Latinoamérica y África fueron los principales caminos por los que la empresa orientó sus primeras salidas al exterior. Y fue en el continente africano donde se realizó una de las primeras ventas, precisamente en Senegal: una de las experiencias que con más cariño recuerda Manzano de su carrera profesional. Isofotón construyó en un poblado senegalés una central solar fotovoltaica, dotando así de energía a esta pequeña comunidad. La llegada de toda esta innovación tuvo unos efectos de lo más inesperados: acostumbrados a realizar ciertos trabajos que esta nueva energía podía suplir (no hacía falta acarrear agua durante kilómetros, por ejemplo, ya que un sistema de bombeo alimentado por el sol saciaba la sed del poblado), los habitantes se convirtieron en seres ociosos. Se debió realizar un estudio sociológico y una readaptación en las costumbres de la gente. A las mujeres se les enseño agricultura. Se llevó a cabo un regadío, con energía solar... A los hombres se les enseñó a tener ganado, no solamente a cazar... Hubo un cambio radical en la sociedad de ese poblado. Fue una hermosa experiencia.

El triunfo tras un reto complicado

Pero no todas las primeras experiencias de José Luis Manzano en el extranjero fueron tan idílicas. Intentar vender un producto tecnológico cuya aceptación no suele ser instantánea en un país completamente desconocido, al que se acaba de llegar, puede ser un reto complicado incluso para el más avezado de los responsables comerciales de cualquier empresa. Cuando la media de madurez de un proyecto de energía solar está entre los tres y cinco años de duración, su venta ha de ser tomada con tranquilidad, siendo consciente de que grandes cantidades de paciencia van a ser necesarias para poder aguantar y no desfallecer durante todo ese tiempo de insistencia comercial.

El fracaso no estaba contemplado. Ni el fracaso ni los planes alternativos. Veinticinco años después, Isofotón ha impulsado a España como una de las principales potencias mundiales en la producción de energía solar, a base de empeño y tesón.

-oOo-

(1) Documentos adjuntos:
Isofotón
Memoria completa

(2) José Luis Manzano, (Madrid, 1956)

es Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y ha realizado un curso en Dirección Empresarial impartido por CEPADE. En 1980 empieza su carrera profesional como Director General de Tecnisolar S.A., para pasar cuatro años después a ser Director Comercial en Energía Solar de Alcatel Standard Eléctrica S.A. 1987 es el año en el que su carrera profesional se cruza con Isofotón, empresa de la que primero es Director Comercial y de Exportación, luego Consejero Director General, y ya desde 2004, Consejero Delegado. Es además, Socio Fundador y Vicepresidente de la Asociación Española de Energía Solar Fotovoltaica, miembro del Club de Empresas Exportadoras, miembro del Comité Ejecutivo del Club de la Energía, y miembro de la Junta Directiva del EREC (European Renewable Energy Council), entre otros.
Emprendedores, Escuela Banespyme.

(3) Prof. Dr Antonio Luque López (Málaga, 15-8-1941)

ESTUDIOS

Ingeniero de Telecomunicación (ETSIT-M), 1965, calificación Notable.

Diplôme d'Études Approfondies de Physique du Solide, Universidad de Tolosa de Francia, 1995, "mention Bien".

Doctor Ingeniero de Telecomunicación, tesis "Realización de un láser de rubí y estudio de la forma temporal de salida" 1967, calificación Sobresaliente. Premio Extraordinario, Primer láser fabricado en España.

NOMBRAMIENTOS MÁS IMPORTANTES

Catedrático de Electrónica ETSIT-M (hoy Tecnología Electrónica), desde 1970.
Director del Departamento de Electrónica Física ETSIT-M, 1978-85.
Director de la ETSIT-M, 1985-86.
Director del Instituto de Energía Solar, 1979-85 y desde 1986.
Presidente del Consejo de Administración de Isofotón S.A., 1981-1990.
...

FUNDACIONES

Isofotón S.A., Málaga. Fabrica células solares. Establecida con tecnología desarrollada en el IES (Dr. Sala, IES/Dr. Eguren, ex-IES, Isofotón, dirigen proyecto transferencia). Primera que comercializa células bifaciales. También convencionales. Hoy segundo mayor rendimiento entre las 12 compañías de Europa. Exporta mayoría producción. Presidente de su Consejo de Administración (siempre sin retribución, Fund. Gral. UPM accionista) de 1981 a 1990. En 1990 abandona la compañía.

Alto Consejo.

Ver el resto del CV

(4) Inventadas y desarrolladas desde 1976. Capaces de convertir luz recibida sobre sus dos caras. Permiten duplicar la concentración en concentradores que colectan luz difusa.

Isofotón, energía solar para todos

Isofotón, energía solar para todos

Permalink 05.12.06 @ 22:02:00. Archivado en Universidades, Energías renovables

La más severa de las crisis petroleras mundiales, brutalmente acelerada por el atentado del 11/09/2001, nos impuso el descubrimiento y desarrollo urgente de nuevas energías.

La energía solar es la más democrática de las energías alternativas: el sol es la única riqueza natural incuestionable dondequiera la vida humana es posible. Gran número de las zonas del mundo en donde la pobreza está generalizada, se encuentran generosamente bañadas por el sol a lo largo de todo el año.

Isofotón, tecnología solar malagueña, consciente entre las primeras en Europa de esta realidad natural, está actualmente presente en más de cincuenta países.

La hazaña ha sido posible a partir de una ejemplar simbiosis de investigación universitaria e industrial, simbiosis inteligentemente equilibrada y comercializada, a partir de 1987, en pro de la creatividad y de la rentabilidad.

Isofotón, debido a sus orígenes austeros y modestos, ha logrado la plena autonomía del proceso productivo de sus células solares: Isofotón es una de las pocas empresas que realizan todo el proceso productivo de sus células solares desde el principio hasta el final.

El mérito del triunfo inicial hay que atribuírselo a su conceptor científico, más que al comercial, que creó la firma sin objetivo de lucro en 1981, impulsado por su propia tesis doctoral. Se trataba del genial Antonio Luque, profesor de la Universidad Politécnica de Madrid (3). Este brillante investigador universitario desarrollaba por entonces una nueva tecnología para la producción de energía solar mediante células fotoeléctricas bifaciales (4). Con el apoyo de José Luis Manzano(2), a partir de 1987, reenforzó su proyecto universitario malagueño, que había comenzado en 1981 con un laboratorio de poco más de 400 metros y una plantilla de 15 trabajadores. Apenas promovido como doctor, se había convertido en pionero y explorador de las prometedoras perspectivas actuales, cuyo futuro está garantizado por el ejemplar equipo humano del que él mismo y José Luis Manzano han sabido rodearse desde sus primeros pasos firmes en el mundo comercial.

Mérito del equipo fue el haber descubierto Latinoamérica y África como horizonte abierto para la nueva empresa Isofotón.

Si hoy asistimos al triunfo incontestable de Isofotón, que ha celebrado este año sus bodas de plata, en presencia del Rey, con unas instalaciones de 28.000 metros cuadrados y un equipo humano que ronda los 800 empleados en Málaga, debemos reconocer, al recorrer su historia, que éste triunfo ha sido alcanzado tras la superación, por un valioso equipo humano, de un reto científico, tecnológico y comercial complicado, que requería excepcionales cualidades humanas de clarividencia, constancia, confianza y solidaridad. Estas virtudes y otras más, que el lector puede descubrir estudiando los documentos adjuntos (1), explican la prestigiosa notoriedad de empresa que caracteriza actualmente a Isofotón.

A la empresa malagueña le cabe el honor de estar especializada en “aportar soluciones sociales”, denominación con la que José Luis Manzano se refiere a la electrificación de zonas rurales de difícil acceso a la red, que es la actividad central de Isofotón. “Con la electricidad abrimos la puerta al desarrollo, a la sanidad y a la educación, y lo hacemos desde Málaga, pues no somos partidarios de los procesos de deslocalización”.

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Isofotón: energía para todos
por José Luis Manzano
, 02/01/2006
División en párrafos, titulación y subrayados editoriales de Salvador García Bardón, 05/11/2006.

Isofotón, compañía nacida en 1981 y con sede central en Málaga, es uno de los principales productores de energía solar fotovoltaica. Es, en concreto, el noveno a nivel mundial, y el segundo en Europa

La crisis petrolera

Los primeros años de la década de los setenta fueron fatídicos para la economía mundial. La crisis del petróleo hizo tambalearse todas las estructuras que regían los mecanismos de las grandes potencias, y las dudas empezaron a generalizarse en todos los sectores económicos. La dinámica mundial parecía verse obligada a cambiar el funcionamiento con el que hasta el momento se había mantenido, y una de las posibles medidas con las que contar podría ser encontrar nuevas fuentes de energía que suplieran la carencia del elemento desencadenante de la crisis: el petróleo.

La energía solar, la más democrática de las alternativas

Comienzan entonces a cobrar fuerza los movimientos ecologistas, los partidos políticos concienciados con la naturaleza, y se empieza a hablar también de energías alternativas, energías renovables, nuevas energías en general. Entre ellas destaca una: la energía solar. Quizás la solución al problema, en vez de estar bajo tierra, estuviese sobre nuestras cabezas.

Dentro de las también denominadas energías limpias, la solar juega uno de los papeles más destacados y relevantes, y ya no sólo por su eficacia y economía, sino también por la democratización energética que podría llegar a suponer. Muchos países en vías de desarrollo, o peor aún, una gran cantidad de lugares diseminados por el atlas en los que ningún tipo de desarrollo va a ser nunca posible, solamente cuentan con el sol como única riqueza natural incuestionable.

Alguna ley de la naturaleza ha dispuesto que gran número de estas zonas del mundo en donde la pobreza está generalizada, se encuentren generosamente bañadas por el sol a lo largo del año. La energía solar, aquella que permite aprovecharse de la fuerza del sol a través de una pequeña infraestructura tecnológica, podría ser una decisiva oportunidad de acceso en estas regiones a una mínima calidad de vida. "La energía solar sirve para llevar a muchas personas que no tienen nada una ilusión", dice José Luis Manzano, Consejero Delegado de Isofotón, compañía española especializada en el desarrollo de soluciones energéticas solares. "Donde no hay energía, no hay educación; donde no hay educación, no hay salud, no hay futuro. Donde no hay energía, realmente la gente está abocada al máximo fracaso y a la pobreza más grande".

Isofotón, tecnología malagueña presente en más de cincuenta países

Isofotón, compañía nacida en 1981 y con sede central en Málaga, es uno de los principales productores de energía solar fotovoltaica. Es, en concreto, el noveno a nivel mundial, y el segundo en Europa. Con una capacidad de producción de 60 MW de energía fotovoltaica y 40.000 m2 de energía térmica, Isofotón es una de las empresas pioneras en llevar a la práctica conjuntamente estas dos tecnologías solares de fabricación. Con filiales en países como Ecuador, China o Senegal, y un cuantioso número de sucursales repartidas por el mundo, la energía generada por la tecnología de Isofotón está presente en más de cincuenta países. Es de hecho en el extranjero donde la empresa malagueña encuentra su principal beneficio: el 80% de su producción es exportada. Ya sólo Alemania supone el 50% de estas ventas al extranjero, siendo este uno de los grandes méritos de Isofotón, pues el país germánico posee un potencial de energía solar enormemente superior al español. Tecnología malagueña en uno de los países más tecnificados del mundo. "Málaga está en la Costa del Sol. Parece una cosa lógica que siendo esto la Costa del Sol, una empresa que fabrica productos de energía solar tenga que estar aquí". Bromas aparte, España es junto a Alemania, Japón y Estados Unidos, uno de los mayores fabricantes mundiales de células solares. Y nuestro ancestral culto al sol no puede ser un elemento meramente circunstancial en todo esto. "España es uno de los países que más potencial energético tiene. Es el país del sol. La fuente de ingresos más importante es el turismo, y los turistas viene aquí por el sol".

Simbiosis Universidad e Industria

Isofotón nace de unos proyectos de investigación que en la década de los setenta lleva a cabo un grupo de científicos liderados por el profesor Antonio Luque en la Universidad Politécnica de Madrid, con el objetivo de contrarrestar los asoladores efectos de la crisis del petróleo. Los resultados de la tesis doctoral van tomando una forma que se promete de lo más beneficiosa. Se desarrolla una célula bifacial. Esto era completamente novedoso, captaba la radiación solar por las dos caras. A partir de ahí, Antonio Luque convence a una serie de inversores, a amigos, a su hermano, a compañeros suyos... y crea en 1981 esta compañía. Una vez más, un logro científico y universitario español salta al arriesgado ruedo de la aventura empresarial.

Autonomía del proceso productivo de su células solares

En contraste con la impresionante construcción de más de treinta mil metros cuadrados con la que actualmente cuenta Isofotón en el Parque Tecnológico de Andalucía, la primera ubicación de la empresa fue mucho más modesta y reducida. Un laboratorio compartido en la Universidad Politécnica madrileña, y una pequeña oficina con una planta productiva de apenas doscientos metros cuadrados en Málaga, componían el total de las instalaciones de estos científicos reconvertidos en empresarios. En este mínimo espacio, existía además una dificultad a mayores: la maquinaria necesaria para el correcto desarrollo de la tecnología ideada tenía que ser elaborada prácticamente a medida. Esta contrariedad se ha convertido con el tiempo en uno de los valores añadidos de la compañía, ya que actualmente ésta fabrica tanto células solares como todos los procesos industriales necesarios para a su vez poder elaborarlas. Isofotón crea pues todas sus máquinas y tecnologías, que incluso llega a exportar, siendo así una de las pocas empresas que realiza todo el proceso productivo de su células solares desde el principio hasta el final.

Inspirar confianza

Y si aún hoy en día la energía solar es una desconocida para cierta parte de la población, mucho más lo era a principios de la década de los ochenta. Estos primeros años de la empresa fueron difíciles tanto por la escasez de perfeccionamiento tecnológico como, sobre todo, por la falta de confianza en los resultados que esta tecnología desconocida, española además, pudiera obtener.

El pionero explorador José Luis Manzano

Precisamente, la carrera profesional de José Luis Manzano en Isofotón comenzó en el departamento comercial de la empresa, en 1987. Los principales mercados occidentales en los que la compañía andaluza intentaba penetrar, además de ser todavía reducidos, tenían ya sus necesidades energéticas cubiertas, por lo que la única solución posible era orientar su oferta hacia el lado opuesto de la brújula: los países en vías de desarrollo. Fue este el gran acierto de la empresa en su salida comercial al exterior, y una de las principales bazas en el reconocimiento internacional actual de Isofotón.

Latinoamérica y África

Latinoamérica y África fueron los principales caminos por los que la empresa orientó sus primeras salidas al exterior. Y fue en el continente africano donde se realizó una de las primeras ventas, precisamente en Senegal: una de las experiencias que con más cariño recuerda Manzano de su carrera profesional. Isofotón construyó en un poblado senegalés una central solar fotovoltaica, dotando así de energía a esta pequeña comunidad. La llegada de toda esta innovación tuvo unos efectos de lo más inesperados: acostumbrados a realizar ciertos trabajos que esta nueva energía podía suplir (no hacía falta acarrear agua durante kilómetros, por ejemplo, ya que un sistema de bombeo alimentado por el sol saciaba la sed del poblado), los habitantes se convirtieron en seres ociosos. Se debió realizar un estudio sociológico y una readaptación en las costumbres de la gente. A las mujeres se les enseño agricultura. Se llevó a cabo un regadío, con energía solar... A los hombres se les enseñó a tener ganado, no solamente a cazar... Hubo un cambio radical en la sociedad de ese poblado. Fue una hermosa experiencia.

El triunfo tras un reto complicado

Pero no todas las primeras experiencias de José Luis Manzano en el extranjero fueron tan idílicas. Intentar vender un producto tecnológico cuya aceptación no suele ser instantánea en un país completamente desconocido, al que se acaba de llegar, puede ser un reto complicado incluso para el más avezado de los responsables comerciales de cualquier empresa. Cuando la media de madurez de un proyecto de energía solar está entre los tres y cinco años de duración, su venta ha de ser tomada con tranquilidad, siendo consciente de que grandes cantidades de paciencia van a ser necesarias para poder aguantar y no desfallecer durante todo ese tiempo de insistencia comercial.

El fracaso no estaba contemplado. Ni el fracaso ni los planes alternativos. Veinticinco años después, Isofotón ha impulsado a España como una de las principales potencias mundiales en la producción de energía solar, a base de empeño y tesón.

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(1) Documentos adjuntos:
Isofotón
Memoria completa

(2) José Luis Manzano, (Madrid, 1956)

es Ingeniero Industrial por la Universidad Politécnica de Madrid y ha realizado un curso en Dirección Empresarial impartido por CEPADE. En 1980 empieza su carrera profesional como Director General de Tecnisolar S.A., para pasar cuatro años después a ser Director Comercial en Energía Solar de Alcatel Standard Eléctrica S.A. 1987 es el año en el que su carrera profesional se cruza con Isofotón, empresa de la que primero es Director Comercial y de Exportación, luego Consejero Director General, y ya desde 2004, Consejero Delegado. Es además, Socio Fundador y Vicepresidente de la Asociación Española de Energía Solar Fotovoltaica, miembro del Club de Empresas Exportadoras, miembro del Comité Ejecutivo del Club de la Energía, y miembro de la Junta Directiva del EREC (European Renewable Energy Council), entre otros.
Emprendedores, Escuela Banespyme.

(3) Prof. Dr Antonio Luque López (Málaga, 15-8-1941)

ESTUDIOS

Ingeniero de Telecomunicación (ETSIT-M), 1965, calificación Notable.

Diplôme d'Études Approfondies de Physique du Solide, Universidad de Tolosa de Francia, 1995, "mention Bien".

Doctor Ingeniero de Telecomunicación, tesis "Realización de un láser de rubí y estudio de la forma temporal de salida" 1967, calificación Sobresaliente. Premio Extraordinario, Primer láser fabricado en España.

NOMBRAMIENTOS MÁS IMPORTANTES

Catedrático de Electrónica ETSIT-M (hoy Tecnología Electrónica), desde 1970.
Director del Departamento de Electrónica Física ETSIT-M, 1978-85.
Director de la ETSIT-M, 1985-86.
Director del Instituto de Energía Solar, 1979-85 y desde 1986.
Presidente del Consejo de Administración de Isofotón S.A., 1981-1990.
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FUNDACIONES

Isofotón S.A., Málaga. Fabrica células solares. Establecida con tecnología desarrollada en el IES (Dr. Sala, IES/Dr. Eguren, ex-IES, Isofotón, dirigen proyecto transferencia). Primera que comercializa células bifaciales. También convencionales. Hoy segundo mayor rendimiento entre las 12 compañías de Europa. Exporta mayoría producción. Presidente de su Consejo de Administración (siempre sin retribución, Fund. Gral. UPM accionista) de 1981 a 1990. En 1990 abandona la compañía.

Alto Consejo.

Ver el resto del CV

(4) Inventadas y desarrolladas desde 1976. Capaces de convertir luz recibida sobre sus dos caras. Permiten duplicar la concentración en concentradores que colectan luz difusa.