Los Reyes inauguraron ayer la sede central definitiva del Instituto Cervantes
12.10.06 @ 18:30:00. Archivado en España, Turismo lingüístico
El edificio madrileño de 'las Cariátides' (1), nueva sede central del Instituto Cervantes, tiene 18.000 metros cuadrados distribuidos en siete plantas más dos sótanos y ático.
La antigua cámara acorazada del banco que ocupó estos locales en el pasado, será utilizada en el futuro como depósito de manuscritos de poetas y novelistas españoles.
La nueva sede del Instituto Cervantes, que está ubicada a escasos metros de la plaza de Cibeles y de inmuebles tan representativos como el Banco de España, la Casa de América o el Círculo de Bellas Artes, fue cedida en 2003 por el Ayuntamiento de Madrid al Estado a cambio del Palacio de Telecomunicaciones, de Cibeles, donde el consistorio madrileño tiene previsto instalar su sede central.
El edificio de 'las Cariátides', obra de los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, fue proyectado por sus creadores en 1910 como un inmueble "de carácter monumental y de ornamento público". El inmueble está localizado en la esquina de las madrileñas calles Alcalá con Barquillo y se construyó para albergar la sucursal en España del Banco Español del Río de la Plata. Hasta finales del siglo XX fue la sede principal del Banco Central y Central Hispano y era conocido como el "edificio de las Cariátides".
El Instituto Cervantes celebra su 15 aniversario inaugurando su "sede central verdadera", situada en una de las mejores zonas de Madrid, desde la que podrá desarrollar en condiciones óptimas su misión de difundir por el mundo la lengua española y la cultura de los países hispanohablantes.
Durante su discurso, el Rey manifestó "el apoyo de la Corona a un organismo cuya misión es difundir nuestro patrimonio linguístico y cultural a escala internacional". Don Juan Carlos recordó que durante sus quince años de vida, "el Instituto ha dado muestras de vitalidad y eficacia admirables, ha alcanzado un alto prestigio internacional y se ha convertido en una pieza clave para la imagen exterior de España".
Para don Juan Carlos, la reunión anual del patronato "debe servir para celebrar que hoy seamos en el mundo una de las comunidades linguísticas más relevantes y creativas, por dinamismo, capacidad integradora y esencia plural". “Somos ricos en palabras y esta es una gran fortuna” resumió el Rey citando al “maestro” Alfonso Reyes para quien si “tiramos de una palabra, detrás de ella se nos viene encima el universo”. También recordó, aludiendo al empleo del español como lengua franca en las relaciones internacionales, que "debemos aplicarnos en divulgar fuera de nuestras fronteras que nuestra lengua es un instrumento útil que ayuda a mejorar las expectativas personales, porque el español es una lengua de futuro".
Durante el almuerzo celebrado con ocasión de la reunión del Patronato junto a los embajadores de los países de habla hispana en nuestro país, Don Juan Carlos recordó que "somos cerca de quinientos millones de personas con una lengua común, rica, flexible y siempre abierta al mundo. Un valor en alza que nos une y favorece la diversidad. Pensar, sentir y dialogar en español es un legado para un futuro en común, que debemos desarrollar con inteligencia".
El Rey celebraba los quince años de una institución que “dinamiza nuestro panorama cultural y lingüístico en el mundo” y que se ha convertido “en un actor influyente del tejido cultural internacional”. Una legua común que es “herramienta de amplio uso en el acceso a as nuevas tecnologías de la comunicación”, que “ha facilitado el florecimiento de un industria cultural en español” y que en todos sus medios expresivos “contribuye a su pujanza como segunda lengua extranjera más hablada en el mundo tras el inglés”.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, saludaba en su discurso la nueva sede “como símbolo de un sueño que se inició hace quince años” y que está “a la altura de su ambiciosa misión”. Se refería también a la riqueza de nuestra lengua, situándola “en los quinientos millones de personas que lo hablan que lo mezclan con otras músicas, que han convertido el castellano en lengua con muchos aromas”, y “en los once millones de que lo estudian en casi cien países”.
Rodríguez Zapatero arrancó y concluyó su alocución con versos de José Ángel Valente y recordó a todos los directores del Cervantes “uno de los institutos culturales –dijo- más importantes del mundo”. El presidente, tras repasar los tres lustros del Cervantes, renovó el “notable compromiso” de su Gobierno con esta institución, destacando cómo su presupuesto ha crecido en los últimos años un 26%, “el mayor incremento de toda su historia".
Aseguró que la globalización “lejos de amenazar al español, ha proyectado su importancia hasta extremos insospechados” y citó como ejemplo al continente africano donde “más de 500.000 personas estudian español”.
El director del Instituto Cervantes, César Antonio Molina, hizo hincapié en que esta nueva sede "no será un centro cultural, sino la sede de una institución cultural y educativa que actuará como pulmón y corazón de sus centros repartidos por todo el mundo".
César Antonio Molina repasó también en su alocución la historia de la institución que dirige y se felicitó por la nueva sede que será “una factoría de ideas” al servicio de quinientos millones de hispanohablantes.
Enumeró los principales objetivos de la institución destacando sus planes de expansión. Citó los cuatro nuevos centros se abrirán el próximo año en Brasil – será el país que mas centros tiene - y las demás inauguraciones previstas, hasta llegar a los 70 centros en todo el mundo. Se incentivará el “turismo lingüístico” y tendrán un protagonismo especial la celebración del IV Congreso de la Lengua -el año próximo en Cartagena (Colombia) donde las Academias aprobarán la I Gramática Panhispánica- y el homenaje que se rendirá a Gabriel García Márquez.
El profesor Molina había asegurado anteriormente que al Instituto Cervantes no le ha costado "ni un euro" su traslado a esta nueva sede ya que el inmueble se encontraba totalmente acondicionado por el banco que lo ocupó hasta su cierre definitivo hace cinco años.
"Es un edificio muy simbólico ya que está situado en el centro de la actividad cultural de Madrid. En él habrá salas de conferencias simultáneas con el resto de los centros de todo el mundo, proyecciones de cine, un departamento de radio y televisión por Internet, que comenzará a funcionar en noviembre, una oficina del hispanista y departamentos del judeo-español y dedicados al resto de las lenguas cooficiales.
EFE
MADRID.- Los Reyes, acompañados por la Infanta Elena, han inaugurado la nueva sede del Instituto Cervantes, en un histórico edificio en el corazón de Madrid, en plena calle de Alcalá y muy próximo a la plaza de Cibeles. Hasta ahora las diversas dependencias han permanecido desperdigadas por Madrid.
El Rey ha dicho en la nueva sede del Cervantes, organismo que cumple ahora 15 años, que el idioma español es un "valor en alza" que nos une y, además, "favorece la diversidad".
En este lugar, que mantiene intacto su antiguo pasado como sede principal de una entidad financiera —en la cámara acorazada el director del Cervantes, César Antonio de Molina, quiere crear un depósito de manuscritos de poetas y novelistas españoles—, el Rey reiteró el compromiso de la Corona con la institución, "actor influyente" en el tejido cultural internacional.
A día de hoy, el Cervantes tiene abiertas sedes en 60 ciudades de 38 países, a las que se unirán en 2007 otras cuatro en Brasil (Salvador de Bahía, Brasilia, Curitiba y Porto Alegre), Shangai, Tokio y Nueva Delhi.
En el curso académico 2005-2006 se han registrado, según informó el director del Cervantes, 116.651 matrículas para aprender español, un 12% más que en el anterior, y se han celebrado casi cinco mil actos culturales en sus sedes de todo el mundo.
Reunión del Patronato
Antes del acto formal de inauguración del edificio, los Reyes y la Infanta Elena asistieron a la reunión anual de su Patronato, que contó también con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y de tres de sus ministros: Exteriores, Educación y Cultura.
Para Zapatero esta nueva sede es un logro de "todos", un sueño hecho realidad, un edificio que está a la altura de la "ambiciosa misión" que tiene encomendada el Instituto Cervantes. "El Cervantes, 15 años después de su fundación, —agregó el presidente del Gobierno— es uno de los institutos culturales más importantes del mundo" y ha crecido "en la medida en que aumentaba el número y el protagonismo de quienes hablan en nuestra lengua".
Al Patronato del Instituto Cervantes pertenecen los Premios Cervantes —hoy estaba el último galardonado, el mexicano Sergio Pitol—, representantes de las letras y la cultura en español —Josefina Aldecoa, Cristóbal Halffter, Ana María Matute o Eduardo Arroyo— y de la Universidad y las Reales Academias.
Una lengua que hablan 500 millones de personas
"Vivimos días muy importantes para el Instituto Cervantes", aseguraba ayer su director, César Antonio Molina, al presentar las características del nuevo edificio y lo que supone para esta institución contar por fin con una sede desde la que poder mostrar, "física y simbólicamente, que el paso que ha dado el Cervantes en estos años ha sido gigantesco, y lo va a seguir siendo en favor de esa lengua común que hablan unos 500 millones de personas".
Una lengua que, sólo en España, da empleo a unas 500.000 personas y representa el 15% del Producto Interior Bruto, añadió el director.
El Instituto Cervantes cuenta ya con 60 centros repartidos por el mundo y en los dos próximos años abrirá otros diez, pero desde que se puso en marcha en 1991 no tenía en España una sede definitiva.
Su primer director, Nicolás Sánchez Albornoz, hacía su labor desde un despacho del Ministerio de Educación hasta que el Ayuntamiento de Alcalá de Henares les cedió el histórico edificio del Colegio del Rey, que pronto se quedaría pequeño. En 1997 el Cervantes se trasladó parcialmente a Madrid capital, al palacio de la Trinidad, y tenía también distribuido a su personal en 10 pisos de la calle María de Molina.
Como afirmó César Antonio Molina, los problemas que esa dispersión suponía, "y el consiguiente coste económico, también muy importante", de la misma, se han solucionado con el inmueble que Patrimonio del Estado ha cedido al Instituto Cervantes, que dispone de 18.000 metros cuadrados distribuidos en siete plantas más dos sótanos y ático. "Cualquier usuario del Cervantes podrá comprobar que el cambio de sede es espectacular".
Un edificio con historia
Situada en el número 49 de la calle de Alcalá, a escasos metros de la glorieta de Cibeles y de edificios tan representativos como el Banco de España, la Casa de América y el Círculo de Bellas Artes, la nueva sede del Cervantes fue proyectada en 1910 por los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi para albergar la sucursal en España del Banco Español del Río de la Plata.
Más tarde, tras la fusión en 1947 de esta entidad bancaria con el Banco Central, el inmueble se amplió hacia la calle de Barquillo, según el diseño del arquitecto Manuel Cabanyes, y desde entonces hasta finales del siglo XX fue la sede principal del Banco Central y Central Hispano.
En la entrada del edificio hay cuatro grandes cariátides de corte clásico que constituyen la principal seña de identidad del edificio y que son las que han dado lugar al sobrenombre por el que es conocido desde hace décadas. La fachada combina grandes espacios acristalados y columnas de estilo corintio, y el interior está coronado por una claraboya de intenso colorido.
El esfuerzo de las 1.500 personas que trabajan para el Instituto Cervantes —unas 300 de ellas en Madrid— y "el convencimiento por parte del Gobierno y de su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, de que la labor del Cervantes es fundamental en todo el mundo, ha hecho posible conseguir una sede central como ésta", subrayó Molina.
Actividades educativas y culturales
El director dejó claro que este edificio no será "un centro cultural más de Madrid". Será la sede de una institución que se dedica a defender "nuestro patrimonio cultural y lingüístico, colaborando con todas las lenguas y culturas del mundo. No estamos en pelea lingüística contra nadie", dijo Molina tras comentar el avance imparable del español, que, según recientes estudios, en 2050 podría superar al inglés.
No obstante, en la nueva sede del Cervantes se desarrollarán actividades educativas y culturales "relacionadas con los fines de esta institución. Se celebrarán conferencias y seminarios, habrá proyecciones de cine, se impulsará el Centro Virtual y se pondrá en marcha la radio y televisión del Instituto a través de Internet.
En 'las Cariátides' habrá una oficina del hispanista, un departamento de judeo-español y otro para las lenguas cooficiales del Estado, de cuya enseñanza se encarga también el Cervantes en los centros que tiene abiertos por el mundo.
Molina aseguró que el Cervantes "no se ha gastado nada" en adaptar su nueva sede y afirmó que los gastos de mantenimiento "van a ser iguales o menores que los que se tenían hasta ahora".
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Visita de la sede central definitiva del Instituto Cervantes.
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(1) cariátide {f.} (doc. 1852, del lat. Caryātis, -ĭdis, y este del gr. Καρυᾶτις, derivado del topónimo Caria).
1. f. Arq. Estatua de mujer con traje talar, que hace oficio de columna o pilastra.
2. f. Arq. En un cuerpo arquitectónico, figura humana que sirve de columna o pilastra. DRAE.
Wikipedia.Figura esculpida femenina, con función de columna o pilastra. El más típico de los ejemplos es la Tribuna de las Cariátides en el Erecteión, uno de los templos de la Acrópolis ateniense. Deben su nombre a la guerra en la que los griegos ganaron a los habitantes de la ciudad de Caria. Sus mujeres fueron convertidas en esclavas y se las representó como tales en las columnas de los edificios. El escritor español Ramón Gómez de la Serna, que vivió varios años en Buenos Aires, Argentina, escribió que quería para su muerte “que lloraran todas las cariátides" de la ciudad. Si la figura es masculina, se llama atlante o telamón.
Parece que con el taller de Alcámenes (450-400 a.C.) están relacionadas las esculturas del pórtico de las Cariátides del Erecteo en la Acrópolis de Atenas, cuyas figuras de muchachas grácilmente vestidas están puestas al servicio de la arquitectura como sustento del entablamento. La gracia de las cariátides de la Acrópolis está en que, a pesar de la sensación de presión arquitectónica que tienen sobre sí, expresan una libertad de formas que contrasta con la rigidez de otras esculturas homónimas de la época arcaica. Parecen inmóviles, pero no rígidas, sin doblarse por el peso, no dan tampoco impresión de insensibilidad, descansan sobre una pierna y juntan los brazos al cuerpo para aumentar la sensación de resistencia y sección del soporte.