Infame acusación de José Blanco
25.07.06 @ 19:26:03. Archivado en Pro pace, Pro amicitia universale
Mi colega bloguero madrileño César Quevedo me escribe desde su blog “Los males de España y otras cosas”: ¿Qué frase podría sustituir dignamente a la pronunciada por el Sr. Blanco? ¿Te atreverías a redactarla, amigo Salvador? ¿O no quieres darles pistas? Bah, seamos generosos, ¿no?
Foto: Víctor Harel
La frase que dijo José Blanco, que yo oí consternado en directo como millones de otros televidentes, y que la prensa transcribe literalmente como él la dijo, es una gravísima acusación contra Israel.
José Blanco dijo literalmente: “los muertos civiles no son daños colaterales sino un objetivo buscado por Israel”. Cuando se le preguntó si estaba acusando al Gobierno de Israel, José Blanco remachó su acusación diciendo que los muertos civiles eran “un objetivo buscado”. Con esta insistencia quedaba claro que José Blanco no quería que se pusiera en duda ni la fuerza pragmática de su terrible acusación ni el sentido semántico de sus palabras.
Es comprensible que el embajador de Israel en España, Víctor Harel, haya calificado inmediatamente estas palabras de “infames”.
Queriendo reparar el entuerto diplomático, José Blanco, explicó ayer tarde a Europa Press que el “sentido” de sus afirmaciones de la mañana, en relación a la crisis de Oriente Próximo, fue el de que la “desproporción con que Israel ha respondido a los ataques terroristas de Hezbolá provoca inevitablemente la muerte de civiles”.
El embajador israelí ha replicado hoy a las explicaciones dadas por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, sobre sus acusaciones a Israel de ayer, que no son una “rectificación clara” sino una “matización”, y que es “imprescindible” una “rectificación clara” para “reencauzar” las relaciones con España.
El embajador de Israel tiene toda la razón del mundo. Podría incluso pretender, si su sentido de la diplomacia no se lo hubiera impedido, que José Blanco ha intentado reemplazar una acusación fortísima contra Israel por una mentira seguida de una acusación menos fuerte, que el embajador no tiene tampoco por qué aceptar. Tanto la primera como la segunda acusación pueden ser objeto de un juicio por una instancia de derecho internacional.
No pretendo que la frase que yo propongo a continuación, que le podría servir de correctivo a José Blanco, no sea igualmente susceptible de crítica, pero tendría el mérito de retirar toda acusación a Israel, en su primera parte, y de asumir la responsabilidad del juicio emitido en la segunda parte en nombre del PSOE.
Como cabe observarlo, tiene el mérito de estar emparentada con la frase a corregir casi como un retruécano: “los muertos civiles no son un objetivo buscado por Israel, sino daños colaterales que el PSOE juzga desproporcionados. ”