jueves, noviembre 28, 2013

Obligación de resolver las causas estructurales de la pobreza


 

◊ La obligación de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar.
Sintonizando contigo, querido lector que deplora la falta flagrante de solidaridad a escala mundial, pienso que sin solidaridad nuestro egoista mundillo "pseudo-desarrollado", pilotado por especuladores rabiosamente individualistas, nos lleva a todos a la ruina.
Los que somos conscientes de nuestra caída vertiginosa en el abismo del egoísmo tenemos que hacer lo imposible por instaurar la solidaridad, que nos salvará a todos sin olvidar a nadie. ◊
Os invito a reflexionar conmigo sobre este tema vital leyendo un pasaje esencial de laExhortación apostólica EVANGELII GAUDIUM del Papa Francisco, publicada por la Tipografía vaticana el 24 de noviembre de 2013.
202. La necesidad de resolver las causas estructurales de la pobreza no puede esperar, no sólo por una exigencia pragmática de obtener resultados y de ordenar la sociedad, sino para sanarla de una enfermedad que la vuelve frágil e indigna y que sólo podrá llevarla a nuevas crisis. Los planes asistenciales, que atienden ciertas urgencias, sólo deberían pensarse como respuestas pasajeras.
Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, (*Nota 173) no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema. La inequidad es raíz de los males sociales.
◊ Prioridad de los derechos humanos en la economía ◊
203. La dignidad de cada persona humana y el bien común son cuestiones que deberían estructurar toda política económica, pero a veces parecen sólo apéndices agregados desde fuera para completar un discurso político sin perspectivas ni programas de verdadero desarrollo integral.
¡Cuántas palabras se han vuelto molestas para este sistema! Molesta que se hable de ética, molesta que se hable de solidaridad mundial, molesta que se hable de distribución de los bienes, molesta que se hable de preservar las fuentes de trabajo, molesta que se hable de la dignidad de los débiles, molesta que se hable de un Dios que exige un compromiso por la justicia.
Otras veces sucede que estas palabras se vuelven objeto de un manoseo oportunista que las deshonra. La cómoda indiferencia ante estas cuestiones vacía nuestra vida y nuestras palabras de todo significado. La vocación de un empresario es una noble tarea, siempre que se deje interpelar por un sentido más amplio de la vida; esto le permite servir verdaderamente al bien común, con su esfuerzo por multiplicar y volver más accesibles para todos los bienes de este mundo.
204. ◊ Ya no podemos confiar en las fuerzas ciegas y en la mano invisible del mercado. ◊
El crecimiento en equidad exige algo más que el crecimiento económico, aunque lo supone, requiere decisiones, programas, mecanismos y procesos específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a una creación de fuentes de trabajo, a una promoción integral de los pobres que supere el mero asistencialismo.
Estoy lejos de proponer un populismo irresponsable, pero la economía ya no puede recurrir a remedios que son un nuevo veneno, como cuando se pretende aumentar la rentabilidad reduciendo el mercado laboral y creando así nuevos excluidos.
* Nota 173 Esto implica « eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial »: Benedicto XVI, Discurso al Cuerpo Diplomático (8 enero 2007): AAS 99 (2007), 73.
Autor del texto: Papa Francisco: Exhortación apostólica EVANGELII GAUDIUM, 24 de noviembre de 2013.
 Imagen elegida por mí para ilustrar este texto: "La vieja cociendo huevos" de Diego Velázquez (c. 1618) representa para mí como para muchos críticos del arte la solidaridad con su semejantes de una pobre vieja ciega.
12:13 Écrit par SaGa Bardon dans ActualidadEtica