El tabú de amamantar en público 2/3
14.01.09 @ 17:00:00. Archivado en Sociogenética, Antropología conyugal, Ética, Arte, Religiones, Educación, Ciencias biomédicas
Los demonios de los celos
Dime qué puedo hacer cuando estas uñas
me desgarran el alma tan herida
y qué puedo hacer
cuando me asolan el odio y la envidia.
Dime qué hago
para luchar contra mis pesadillas,
contra esos celos que si no entran en mis sueños,
entran en mi vigilia.
Issis-Gabriel.
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Celos de macho
por María Elena Venant, Univision Online.
El doctor William Mason, psicoterapeuta, cree saber por qué los hombres se perturban ante la imagen de una madre-nodriza. "La imagen de un niño amamantado por una mujer presenta al macho como un ser vulnerable y bajo el cuidado de la hembra. Muestra al varón como un ser débil y dependiente".
Rubina Mason, enfermera titulada, asesora de lactancia y miembro de la Junta de Consulta de Lansinoh, explica cómo el amamantamiento en público alborota las hormonas de los varones presentes. "Los senos en nuestra sociedad son considerados más como objetos sexuales que como un órgano del cuerpo creado para producir leche o para proveer la nutrición adecuada para un bebé. Si una persona creció con la noción de que el pecho de la mujer es un objeto sexual, es muy difícil explicarle la diferencia".
Además la imagen también provoca los celos masculinos según dice la experta. "He tenido padres que me han dicho que saben que la leche materna es lo mejor para sus hijos, pero que se sienten celosos por toda la atención y la relación íntima entre madre e hijo". Eso es cierto, por lo menos en el caso de un famoso padre.
Una de las muchas acusaciones de Heather Mills en contra de Sir Paul McCartney durante su juicio de divorcio, fue que él le impidió amamantar a su hija. Según declaraciones de Mills al Evening Standard de Londres, el ex Beatle había argumentado "¡Esos senos son míos!"
Tolerancia tercermundista
En África, India, China y América lactar en público es un acto cotidiano que no invita al reproche ni ofende a nadie. Madres africanas y filipinas, a las que no se les ocurriría andar topless en la playa, no tienen tapujos en dar el pecho a sus hijos en espacios abiertos o en el transporte público.
Hilda M, es una joven madre de Valparaíso, Chile, que nos cuenta su experiencia. "Yo no me hago problemas para darle el pecho a la Connie (su bebé de tres meses) en la calle o en la micro. Yo me tapo, otras mujeres no. Incluso, las he visto haciéndolo mientras caminan por la calle. Nadie dice nada y a nadie le parece mal".
Rubina Mason explica que esa flexibilidad mental se debe a factores económicos y sociales presentes en el Tercer Mundo. "En muchos países donde no existe fórmula o la comida es escasa, la leche materna es la única forma de alimentación para niños menores de dos años". Además la leche materna sigue siendo más barata que cualquier fórmula.
Por último, el Tercer Mundo está menos expuesto a imágenes eróticas, tal como lo señala Rubina: "La razón por la cual es más aceptable en otros países u otros continentes es porque, por más civilizada que sea la nación, más está expuesta la comunidad a los medios de comunicación que presentan a las mujeres como objetos sexuales".
Surge entonces una incógnita. ¿En que momento el busto pasó de ser una máquina alimentadora a un simple objeto sexual?