Homenaje a Katoucha por su testimonio
01.03.08 @ 23:58:58. Archivado en Sociogenética, Antropología conyugal, Ética, Educación, Migraciones, Pro justitia et libertate, Ciencias biomédicas
En 1962-1963 intenté sensibilizar a mis colegas filósofos lovanienses sobre la importancia del crimen de la escisión en el mundo. Para mí era la prueba más clara de la vaciedad de una antropología que olvidaba el carácter sexuado de todo ser humano, carácter que lo convertía ontológicamente en un ser dotado de un dinamismo que lo destinaba a la conyugalidad.
Yo estaba convencido de que si los varones hacían todo lo posible por privar a las mujeres del placer sexual, arrogándose el privilegio del placer como un derecho exclusivamente masculino, era porque su conocimiento de ellos mismos era incorrecto. De esta incorrección provenían como la cara y la cruz de una misma moneda su machismo y su olvido del placer de las mujeres, al buscar su propio placer sirviéndose de ellas más bien que compartiéndolo con ellas.
La incomprensión de algunos de mis colegas de entonces, los que disponían del poder para condicionar mi carrera universitaria, hizo que yo tuviera que renunciar al tema de la Antropología conyugal y a la enseñanza de la ética aplicada. Con gran pena de mi propio promotor, tuve que abandonar un tema tan candente, para ocuparme exclusivamente de historia y de epistemología de la ética, especializándome en los aspectos semánticos del trabajo filosófico.
Mis primeros compañeros de la Amistad Europea Universitaria y más recientemente mis lectores de este mundo virtual conocen esta fractura secreta de mi vida, que me hizo renunciar a mi vocación más auténtica como filósofo, transformándome en un inofensivo profesor de lengua y de lingüistica, que se consolaba con la filosofía del lenguaje, sin poder transmitir en directo a los jóvenes universitarios las verdades esenciales sobre la coyugalidad humana cuya vital importancia él veía.
Le ha tocado a millones de mujeres el seguir pagando desde entonces con su propio martirio la ceguera de varias generaciones de filósofos, teólogos, juristas y políticos, tan ajenos al tema del derecho de la mujer al placer sexual como lo estaban en 1963 aquellos de quienes yo dependía para ganarme mi vida.
Esta razón me hace inclinarme hoy de manera particularmente triste ante Katoucha muerta, con el deseo de rendirle un homenaje personal por su testimonio heroico a propósito de la escición.
El homenaje que aquí le rindo se compone de dos partes: en la primera les pido que lean el Documento de la Organización Mundial de la Salud sobre la mutilación genital de la mujer; en la segunda les invito a que oigan el testimonio filmado de Katoucha sobre su propio caso.
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La mutilación genital de la mujer.
Documento de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
¿Qué es la mutilación genital de la mujer?
La mutilación genital de la mujer, a menudo denominada "circuncisión femenina", incluye todas las prácticas que implican la extirpación total o parcial de los genitales externos femeninos u otras lesiones a los órganos genitales femeninos, ya sea por motivos culturales, religiosos o por cualquier otra razón no terapéutica. Se conocen diferentes tipos de mutilación genital de la mujer que se practican en la actualidad. Incluyen:
Tipo I: escisión del prepucio, con o sin escisión parcial o total del clítoris;
Tipo II: escisión del clítoris con escisión total o parcial de los labios menores;
Tipo III: escisión total o parcial de los genitales externos y sutura/estrechamiento de la apertura vaginal (infibulación);
Tipo IV.a: pinchazos, perforaciones o incisiones en el clítoris y/o en los labios; estiramiento del clítoris y/o de los labios; cauterización mediante abrasión del clítoris y el tejido circundante;
Tipo IV.b: raspado del tejido que rodea el orificio vaginal (cortes tipo angurya) o cortes de la vagina (cortes tipo gishiri);
Tipo IV.c: introducción de sustancias corrosivas o hierbas en la vagina para causar una hemorragia, para tensarla o para reducir su tamaño; y cualquier otra práctica que se incluya en la anterior definición.
El tipo de mutilación genital de la mujer más común es la escisión del clítoris y los labios menores, que representa hasta un 80% de todos los casos; la forma más severa es la infibulación, que constituye entorno al 15% de todas las prácticas.
Consecuencias de la mutilación genital de la mujer para la salud
Las consecuencias inmediatas o a largo plazo que la mutilación genital de la mujer tiene para la salud varían según el tipo y la severidad de la práctica realizada.
Las complicaciones inmediatas incluyen dolor agudo, conmoción, hemorragia, retención de orina, ulceración de la región genital y lesiones del tejido adyacente. La hemorragia e infección pueden causar la muerte.
Recientemente ha aumentado la preocupación por la posibilidad de que se transmita el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) debido al empleo de un mismo instrumento en múltiples operaciones pero esta situación no ha sido objeto de una investigación detallada. Las consecuencias a largo plazo incluyen quistes y abscesos, formación de cicatriz queloide, daño de la uretra que ocasiona incontinencia urinaria, dispareunia (relaciones sexuales dolorosas) y disfunción sexual, además de dificultades en el parto.
Salud psicosexual y psicológica: la mutilación genital puede dejar secuelas permanentes en la vida y la mente de la mujer que la ha sufrido. A largo plazo, las mujeres pueden experimentar sentimientos de vacío, ansiedad y depresión.
¿Quién realiza la mutilación genital de la mujer, a personas de qué edad y por qué razones?
En culturas donde es una norma aceptada, la mutilación genital de la mujer es practicada por seguidores de todas las creencias religiosas así como animistas y no creyentes. Normalmente es un médico tradicional quien lleva a cabo la mutilación utilizando instrumentos rudimentarios y sin anestesia. Entre los más acaudalados de la sociedad puede ser realizada por personal sanitario cualificado en unas instalaciones sanitarias. La OMS se opone a la medicalización de todos los tipos de mutilación genital de la mujer.
La edad a la que se realiza la mutilación genital de la mujer varía dependiendo de la zona. Se lleva a cabo en menores de pocos días de edad, niñas y adolescentes y, ocasionalmente, en mujeres maduras.
Las razones que aducen las familias para pedir que se realice la mutilación genital de la mujer incluyen:
razones psicosexuales: reducción o eliminación del tejido sensible de los genitales externos, particularmente el clítoris, para atenuar el deseo sexual en las mujeres, mantener la castidad y virginidad antes del matrimonio y la fidelidad durante el matrimonio y aumentar el placer sexual masculino;
razones sociológicas: identificación con la herencia cultural, iniciación de las niñas a la condición de mujeres, integración social y mantenimiento de cohesión social;
razones de higiene y estéticas: los genitales externos femeninos se consideran sucios y antiestéticos y deben eliminarse para fomentar la higiene y proporcionar atractivo estético;
mitos: aumento de la fertilidad y promoción de la supervivencia de los hijos;
razones religiosas: algunas comunidades musulmanas practican la mutilación genital de la mujer creyendo que es una exigencia de la religión islámica. No obstante, la práctica precede al Islam.
Prevalencia y distribución de la mutilación genital de la mujer
La mayoría de las niñas y mujeres que han sufrido mutilación genital viven en 28 países africanos, aunque algunas viven en Asia y en el Oriente Medio. Además, cada vez se encuentran más casos en Europa, Australia, Canadá y EEUU, principalmente entre inmigrantes de estos países.
Actualmente, el número de niñas y mujeres que han sufrido mutilación genital se estima entre 100 y 140 millones. Se calcula que cada año, dos millones más de niñas se encuentran en riesgo de sufrir mutilación genital.
Actuales actividades de la OMS relacionadas con la mutilación genital de la mujer
Promoción y elaboración de políticas
Con el objetivo de promover la elaboración de políticas y la acción en los planos mundial, regional y nacional, se publicaron una declaración de política conjunta de la OMS la UNICEF y el UNFPA sobre la mutilación genital de la mujer y un plan regional para acelerar la eliminación de la misma. Actualmente varios países en los que la mutilación genital de la mujer es una práctica tradicional, están desarrollando planes de acción nacionales basados en la estrategia de prevención de la mutilación genital de la mujer propuesta por la OMS.
Investigación y desarrollo
Un objetivo fundamental del trabajo de la OMS sobre la mutilación genital de la mujer es generar conocimiento, poner a prueba las intervenciones realizadas para promover la eliminación de la misma. Se han desarrollado protocolos para la investigación de la mutilación genital de la mujer con una red de instituciones investigadoras colaboradoras así como con investigadores de las ciencias biomédicas y sociales que tienen conexiones con las comunidades apropiadas. La OMS ha revisado los enfoques de sus programas para la prevención de la mutilación genital de la mujer en varios países y ha organizado programas de capacitación destinados a los trabajadores comunitarios con el fin de fortalecer su eficiencia para promover la prevención de la mutilación genital de la mujer en el plano más básico.
Desarrollo de materiales de formación y capacitación de los encargados de prestar servicios sanitarios
La OMS ha desarrollado materiales de formación para integrar la prevención de la mutilación genital de la mujer en los planes de estudios de enfermería, obstetricia y medicina así como para formar a profesionales de la salud en el servicio. También se han desarrollado talleres de formación basados en datos destinados a las enfermeras y parteras de la región africana y mediterránea oriental con el objetivo de concienciar a los profesionales de la salud y solicitar su implicación activa como promotores de la lucha contra la mutilación genital de la mujer.