Bombardeada Haifa, símbolo de la coexistencia pacífica.
17.07.06 @ 12:46:51. Archivado en Pro pace
Mientras que el ejército israelí proseguía sus incursiones en el Líbano, el Hezbollá atacó por sorpresa con misiles el puerto de Haïfa, haciendo 8 muertos.
El movimiento chiita libanés Hezbollá ha trasladado el frente de guerra de la zona fronteriza a la retaguardia israelí, atacando la ciudad portuaria de Haifa con misiles de 220 milímetros y un alcance de unos 43 kilómetros. Ha matado a ocho personas y herido a unas 40, cuatro de ellas de gravedad. Según expertos del Ejército israelí, se trata de misiles de fabricación siria o iraní.
Las víctimas mortales se hallaban en una estación ferroviaria, trabajando en la reparación de un tren, cuando uno de los cohetes disparados hizo impacto en el andén.
La organización radical islámica Hezbollá (cuyo nombre significa "Partido de Dios") ha jurado luchar contra Israel hasta lograr el "dominio del Islam" sobre Jerusalén y la completa destrucción del Estado judío.
Nació en 1982, tras la invasión israelí. Se originó con el objetivo de crear en el Líbano una república islámica y su "ideología" se centra en un fuerte sentimiento anti-israelí y anti-occidental (1).
Crónica de Annette LEVY-WILLARD
Haifa, enviada especial de Libération
DIARIO: Lunes 17 de julio de 2006 - 06:00
Traducción de SGB.
Una veintena de misiles y Haïfa, tercera ciudad de Israel con 275.000 habitantes, quedó petrificada. La salva de misiles Raad, lanzados por el Hezbollá desde el Sur del Líbano, taladró el techo del hangar de la estación central, matando a 8 empleados e hiriendo a 17 personas. Un gigantesco charco de sangre da testimonio del más fatal ataque de misiles nunca lanzado sobre Israel. Los muertos, judíos y árabes, se enterraron en el día, como lo exigen las dos tradiciones religiosas. Haïfa, ciudad histórica, símbolo de la buena coexistencia entre comunidades, es invadida por el miedo. Las calles están silenciosas, vacías de coches y peatones, cerrados los almacenes, los apartamentos cerrados detrás de persianas bajadas. La ciudad no se mueve ya, no trabaja ya, no funciona ya.
Sirenas. A las 8 y 30 de ayer, Avital se reía aún de las consignas de seguridad pedidas por la defensa civil, después de que un primer ataque de misiles afectara a Haifa el viernes: «Se va al trabajo como siempre, todo el mundo hace sus compras, nada de extraordinario.» A las 9 y 10, con la voz temblorosa, se había refugiado con su madre en el refugio acondicionado en su edificio; mientras que su padre, empleado en una ciudad vecina, había descendido con sus colegas al refugio de su empresa. «Lo más espantoso, son las sirenas, cuyo estrépito sube y baja, explica la joven muchacha. A continuación, se oye el ruido de la explosión.» Su familia, de izquierdas, opuesta a los bombardeos del ejército israelí sobre el Líbano, constata, resignada: «Esto ha comenzado, ya no puede detenerse.» Constatación compartida por el conjunto de la opinión, que sostiene a su Gobierno y a su ejército, lejos de desalentarse por los tiros de misiles que obligan a un millón de personas a encerrarse en locales sin ventanas. Cada vez más convencida de que «será necesario llegar hasta el final», para meter en vereda a las milicias armadas del Hezbollá, que consiguieron aterrorizar a Tiberiades y a Haifa.
Estas ciudades, hasta ahora ahorradas por los tiros, no construyeron refugios dignos de este nombre, como las ciudades fronterizas acostumbradas a los misiles del Hezbollá. En Haifa, son más bien habitaciones con las paredes un poco más gruesas o bodegas que sirven de trastero. En el edificio de Avital, a excepción de una pareja de ancianos, los que lo pueden huyen de la ciudad, sumándose a los embotellamientos de los coches que toman la carretera del sur. Autobuses y trenes no circulan ya.
Avi Waldeman, ingeniero en la capital, en el muy conocido instituto de investigación Technion, está también encerrado en una habitación de su apartamento con su mujer y su hijo. «Esto no va a ser fácil, dice, pero espero que los golpes y la presión internacional vayan a conseguir alejar a Hezbollá de nuestras fronteras. No se puede elegir . Es el Hezbollá quien declaró la guerra raptando a nuestros dos soldados y haciendo volar una patrulla en nuestro territorio.»
El jefe de la policía de Haifa, que responde a las preguntas de los periodistas al aire libre, se para cuando las sirenas anuncian una segunda salva de misiles, se pone su chaleco antibalas y se precipita en un coche. Las calles están siempre desérticas, un gigantesco centro comercial parece abandonado. Un barco de guerra cruza ante las playas.
«Mi ciudad adorada.» «Nosotros, los Árabes de Haïfa, estamos en la misma situación que los Judíos: encerrados en nuestras casas», dice Salah Abassi, escritor, editor de libros en árabe. Aquí, Judíos y Árabes se comprenden. Esto no es como en Tel-Aviv, Jerusalén o Acre; incluso las guerras de 1967 o de 1973 no cambiaron nada a nuestras relaciones. No dejaré mi ciudad adorada. Todo esto es ridículo: por una parte la acción del Hezbollá, que secuestró a los soldados, del otro la respuesta del ejército más fuerte de la región. ¿Atacar Beirut, por qué?»
Hassan Nasrallah, el jefe del Hezbollá, acaba de amenazar a Israel con otras « sorpresas », después de haber alcanzado el viernes con sus misiles un buque de la marina de guerra, frente a la costa del Líbano. Ayer, el Hezbollá no alcanzó las refinerías de Haïfa, pero los productos químicos fueron desplazados apresuradamente hacia el sur. Mientras que el Primer Ministro israelí, Ehud Olmert, reafirmaba que «Israel no cederá a las amenazas», que era necesario «demostrar paciencia y sangre fría» y «que esta batalla no se limita en el tiempo». Ni en el espacio: el estado de alerta se extendió en Tel-Aviv: la defensa civil ha aconsejado a los habitantes que se preparen a su vez para protegerse en refugios o en los huecos de las escaleras...
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(1) Presentación de Hezbollá por Metareligion
Hezbolla "El partido de Dios"
Descripción
También conocido como Jihad Islámica, Organización de Justicia Revolucionaria, Organización de los Oprimidos de la Tierra, y la Jihad Islámica para la Liberación de Palestina.
Es un grupo radical shiita pro-iraní fundado en el Líbano en 1982. Pretende el establecimiento de una república islámica semejante a la iraní en el Líbano y la eliminación de toda influencia no islámica en la zona. Es decididamente antioccidental y anti-israelí.
Aunque mantiene estrechos lazos con Irán, bajo cuya dirección ha estado en ocasiones, puede haber realizado operaciones independientes que no contaban con la aprobación de Teherán.
Está liderado por el jeque Hassan Nasrallá, un corpulento clérigo musulmán shiita, de 42 años, hijo de un vendedor de verduras que fue comandante de campo de Hezbollah, antes de llegar a ser líder del grupo en 1992.
Actividades
Se conoce su participación en numerosos ataques terroristas contra Estados Unidos, y se sospecha que ha participado en otros, incluso en el ataque suicida contra la embajada de EE.UU. y el cuartel de los Infantes de Marina de Estados Unidos, en Beirut, en octubre de 1983, donde ocasionaron más de 300 muertes, y contra el anexo de la embajada de Estados Unidos en Beirut, en septiembre de 1984.
Uno de sus nuevos dirigentes más radicales es el jeque Nabil Kaouk, comandante político y militar en el sur del Líbano.
Elementos del grupo fueron responsables del secuestro y detención de rehenes de Estados Unidos y otros países occidentales en el Líbano.
También se le atribuyen los ataques a la embajada de Israel en Buenos Aires, en 1992, donde murieron 28 personas; y el atentado a la AMIA, en la misma ciudad en 1994, donde se registraron 86 víctimas fatales.
Fuerza
Se cree que tienen más de 3.000 combatientes y unos 20.000 miembros activos entre los obreros shiitas, profesionales de clase media y en todos los ámbitos del acontecer libanés. Aspiran a controlar el Líbano cuando Israel lo abandone completamente.
Localización
Actúa en el valle de Bekaa, en los suburbios del sur de Beirut y en el sur del Líbano. Ha establecido células en Europa, África, América del Sur, América del Norte y otros lugares.
Fondos
Irán le proporciona armas y explosivos, entrenamiento, y una valiosa ayuda de carácter económico, político, diplomático y administrativo. También recibe apoyo de Siria y del impuesto religioso, o "zankat", que se recoge en las mezquitas. Se calcula que ha captado más de dos mil millones de dólares desde principios de los 80.
Background Information on Designated Foreign Terrorist Organizations: http://www.state.gov/s/ct/rls/pgtrpt/2001/html/10252.htm
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La opinión de Maruja Torres (Barcelona, 1943), en su crónica de hoy para El País desde Beirut, sobre la réplica de Israel a los ataques actuales de Hesbollá:
«Esto tiene toda la pinta de que Israel quiere repetir el acoso del verano del 82. Porque, si sólo quieren eliminar a Hezbolá, ¿por qué bombardea hospitales? ¿Qué daño les ha hecho el faro de Beirut? ¿A qué viene inutilizar el laborioso puerto, y el más chiquitín de Junieh, en el norte cristiano, cerca de la estatua de la Harisa, la virgen, y con el casino al lado? Tienen hambre de Líbano. Y de Siria e Irán. Y sed de venganza. Hezbolá precipita las cosas. »