miércoles, diciembre 26, 2007

Navidad viene de Natividad

Navidad viene de Natividad

Permalink 26.12.07 @ 18:15:05. Archivado en Escritura bloguera, Europa, Semántica, Pragmática, España, Sociogenética, Antropología, Ética, Religiones, Educación, Pro justitia et libertate

Ayer no escribí en mi escritorio virtual, porque practico a rajatabla el consejo de mi primer maestro de filosofía, que él había aprendido a su vez de la gran tradición de los filósofos que prefieren la vida a la filosofía.

El consejo es: "primum vivere, deinde philosophare", porque de espaldas a la vida la filosofía perdería su sentido.

El primer consejero conocido de la tradición de filósofos que prefieren la vida a la filosofía es el propio Aristóteles, que al transmitir este consejo a sus discípulos los vacunaba contra la misantropía, que puede transformar al filósofo de amante de la sabiduría en sofista y de sofista en misántropo.

Así que ayer no escribí para vivir mejor, sino que viví mejor para poder seguir escribiendo sin olvidar el sentido de la vida, que es al fin de cuentas el norte de mi escritura, al serlo de mi vida.

La relectura de mi propio mensaje navideño del año antepasado, me ha hecho pensar una vez más en la usura diacrónica, tanto fonética como semántica y pragmática, del vocablo "Natividad", que nos viene del acusativo latino "Nativitatem", hasta convertirse en nuestro vulgar "Navidad".

El primer testimonio de esta usura que tengo a mano es de la segunda mitad del siglo XIII:

D.Alfonso por la gracia de Dios, rey de Castiella, de Toledo, de Leon, de Gallizia, de Sevilla, de Cordova, de Murcia, de Jahen, del Algarbe. Al Conceio de Burgos, cabeza de Castiella, y mi Camara, salut assi como a aquellos que quiero bien, e en que fio. Vos sabedes de como vos envié dezir, que me enviasedes cavalleros de vuestra villa e omes buenos de los pueblos que viniesen a mí, et que fuesen do quier que yo fuese por esta navidad, que agora pasó, et vos enviastesme a Pedro Bonifaz, e a Fernand Garzia, mios alcalles, et a R.Yañez, mio ome, e a Remont Raynes; fiziesteslo muy bien en enviarmelos, e gradesco voslo mucho. E por lo que envié por ellos, yo vos enviaré ayna mis cartas et mio mandado de como fagades, et de lo que me enviastes dezir, que vos diera mio privilegio plomado, que ningun vuestro vecino non sé escuse de pecho si non fuese por mi carta plomada, e agora que lieva otras mis cartas que non son plomadas pora escusar, e que se vos torna en vano, et que me pidiedes merced, que yo que viese vuestro privilegio; a esto vos digo que veré las cartas e los omes que las dí, e sabré porque razon, e entonce mandare como sea.

AÑO: p 1255 - c 1280
AUTOR: Anónimo
TÍTULO: Leyes nuevas
PAÍS: ESPAÑA
TEMA: 10.Ordenamientos y códigos legales
PUBLICACIÓN: Real Academia de la Historia (Madrid), 1836

Por obra de la síncopa: "Figura de dicción que consiste en la supresión de uno o más sonidos dentro de un vocablo; p. ej., en navidad por natividad." DRAE, la Natividad se convirtió para muchos en Navidad.

Se me ocurre hoy, a la vista de los actuales comportamientos navideños, que esta evolución fonética, que puede atribuirse a un fenómeno general de economía articulatoria, ha venido a significar con el tiempo la caída accidental de la Natividad religiosa en el síncope semántico y pragmático de la Navidad paródica que soportamos hoy: "Pérdida repentina del conocimiento y de la sensibilidad, debida a la suspensión súbita y momentánea de la acción del corazón", DRAE.

La palabra “navidad” (1220-50, antes: nadvidad, 1205) es la forma abreviada popular, por corte interno o síncopa, de la palabra más larga “natividad”, que viene del latín “nativitatem”, caso acusativo de la palabra “nativitas”, que significa ‘nacimiento’.

En la cultura occidental el nacimiento por antonomasia es el de Jesús, piedra angular del cristianismo como Hijo de Dios encarnado, crucificado, muerto y resucitado, cuyo nacimiento tuvo lugar en Belén hace 2006-2007 años (1). Este nacimiento es considerado tan importante para nuestra cultura, que cada vez que tenemos que situar un hecho en el tiempo lo hacemos por relación con la fecha del nacimiento de Jesús. Nuestras fechas no se entienden sin esta fecha.

Históricamente tampoco se entienden sin referencia a Jesús la mayor parte de los valores morales, intelectuales y artísticos que constituyen el núcleo más profundo y sólido de lo que llamamos nuestra civilización.

Por desgracia muchos occidentales y en particular muchos europeos, entre los cuales parece que quieren distinguirse los políticos que pretenden dirigirnos por el momento, incluidos los autores de la Constitución europea y nuestro gobierno actual, se obstinan en ocultar esta verdad.

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Tras estas consideraciones de lingüista y de filósofo, quiero hacer extensiva a todos mis colegas blogueros, tanto europeos como americanos, asiáticos, africanos y oceánicos, las palabras de agradecimiento y felicitación que yo dirigía anteayer a algunos de mis amigos blogueros:

Gracias por tu empeño bloguero durante el año 2007. Un abrazo muy fuerte, deseándote a ti, a tu familia y a todos nuestros colegas blogueros una Natividad en la Solidaridad y un próspero Año Nuevo 2008 en la Amistad.

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(1) Hace 2007 años cumplidos, razón por la cual entramos en el año 2008. La «Era cristiana o dionisiana fue establecida en el siglo VI por el monje y matemático escita Dionisio el Exiguo, que fijó la fecha del nacimiento de Cristo en el 25 de diciembre del año 753 de la fundación de Roma. En 1582, la reforma emprendida por el papa Gregorio XIII cambió la fecha del principio del año, fijándolo en el 1 de enero, ya que desde tiempos de Beda el Venerable se entendió que en el cálculo de Dionisio había un error de siete días según la fecha de la muerte de Herodes. La fórmula tradicional con que aparece en la documentación es en el año N del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo. Esta forma de datación se empleó primero en la documentación privada. En Inglaterra se difundió durante los siglos VI y VII, y de allí pasó al continente a través de Italia, difundiéndose por Francia, Alemania y posteriormente por la Península Ibérica a partir del siglo X. En la Castilla y Aragón se generalizó desde el siglo XIV. », Enciclopedia Universal DVD © Micronet, S.A. 1995-2002.

Dentro de la era cristiana se distinguen varios estilos. El usado por nosotros es el llamado estilo moderno o de la Circuncisión de Cristo, que contabiliza el año desde el 1 de enero, coincidiendo con el año astronómico. Esta forma se utiliza desde la reforma gregoriana de 1582.