jueves, abril 04, 2013

Francisco de Javier, el aventurero de Dios



 

Francisco nació en el castillo de Javier el 7 de abril de 1506. Dentro de tres días celebraremos su 507 aniversario. La excelente novela histórica de Pedro-Miguel Lamet fue en 2006 el mejor homenaje que rindió la literatura a este entrañable «aventurero de Dios» con ocasión del quinto centenario de su nacimiento.
Si el apellido de Francisco se ha convertido con el tiempo en uno de los nombres más preferidos por los padres al bautizar a nuestros hijos, incluidos mi mujer y yo mismo, es porque deseamos que las virtudes de Francisco de Javier inspiren la aventura inédita de sus propias vidas.
El rigor histórico de las “biografías” de Pedro-Miguel Lamet adopta en más de una ocasión el género novelesco, para dar lugar en sus “novelas históricas” no solamente a lo verdadero, verificable documentalmente, sino también a lo verosímil, que es todo lo que desde el secreto de la conciencia del biografiado inspira sus acciones y que el historiador induce valiéndose de su propia sabiduría humanista, que en el caso de Pedro-Miguel Lamet es emblemática.
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“El aventurero de Dios. Francisco de Javier”, Novela histórica de Pedro Miguel Lamet, La esfera de los libros, 2006, & Kindle, 2012 :

Un judío converso que huye de la Inquisición se encuentra en Lisboa con un intrépido joven llamado Francisco de Javier. Gracias a este personaje conoceremos los viajes y travesías casi sobrehumanas del santo que será llamado «el gigante de la historia de las misiones».

El protagonista de esta historia nació en 1506 en el castillo de Javier, en Navarra, entonces independiente de Castilla. Sus hermanos lucharon en la toma de Pamplona, defendida por Ignacio de Loyola, quien más tarde convencerá a Francisco para que se sume a la naciente Compañía de Jesús.

Ese encuentro transforma su vida. Se embarca en una de las naos que entonces hacían la Ruta de las Especias y emprende su gran sueño: propagar la fe cristiana por las ignotas tierras de la India, Indonesia y el Japón. Se transforma así en un verdadero «aventurero de Dios» que termina muriendo en soledad a las puertas de China, con cuarenta y seis años de edad.

Los viajes y hazañas de Francisco de Javier parecen inconcebibles hoy: uno de cada tres días de su vida lo pasó navegando. Solía decir: «Si no encuentro una barca, iré nadando». En medio de tempestades, piratas, capitanes corruptos, climas infectos y otras mil dificultades y privaciones, se mantuvo firme en su ideal. Sus cartas se convirtieron en crónicas de primera mano que se leían con avidez por toda Europa.

Esta novela recoge, quinientos años después de su nacimiento, la aventura espiritual y humana de un hombre extraordinario. Un relato en el que no faltan valientes pescadores de perlas del sur de la India, eruditos monjes zen del misterioso Japón, las miserias y ambiciones de comerciantes, soldados y gobernadores...

Sus páginas recrean el complejo mundo del siglo XVI: la vida cotidiana, la política, el comercio, la navegación y el encuentro intercultural y religioso de Europa con aquellas tierras desconocidas.

04.04.13 | 13:17. Archivado en EuropaLas AméricasEspañaSociogenéticaReligionesÁfricaAsiaOceanía,EcumenismoJesuitas
22:35 Écrit par SaGa Bardon dans ActualidadReligiones