viernes, diciembre 07, 2007

Víctimas redentoras sacrificadas por ETA

Víctimas redentoras sacrificadas por ETA

Permalink 06.12.07 @ 23:58:27. Archivado en Europa, España, Ética, Pro justitia et libertate

Raúl Centeno y Fernando Trapero dedicaron "su corta vida en defensa de la libertad que otros disfrutamos".

Relato hipotético del asesinato de Centeno y Trapero por ETA.

El atentado se produjo en la localidad de Capbreton, en Las Landas, donde Raúl Centeno Pallón y Fernando Trapero Blázquez participaban en una operación rutinaria de vigilancia, realizada conjuntamente con la Policía francesa.

Pasadas las nueve de la mañana del sábado 1 de diciembre, los agentes y los etarras coincidieron en una cafetería de un centro comercial.

Los dos guardias del Grupo de Apoyo Operativo (GAO) entraron charlando en la cafetería Les Ecureuilles, de tamaño reducido y con pocas mesas. Dentro ya estaban sentados los tres etarras, dos hombres y una mujer, probablemente celebrando una cita de entrega de material e instrucciones. Posiblemente eran parte del objetivo que el operativo en la zona montaba.

Los guardias se sentaron en una de las mesas, casi junto a los terroristas, que también hablaban en español. Los guardias reconocieron a uno de sus enemigos habituales. Según las declaraciones del camarero, uno de los dos guardias se levantó de la mesa y le preguntó si conocía a alguno de los sentados al lado. No, no los había visto en su vida.

Raúl Centeno y Fernando Trapero no llegaron a tomar nada. Se levantaron de la mesa y se dirigieron hacia la salida. Los terroristas debieron de percibir algo. Quizás un gesto extraño, una forma disimulada de transmitirse una sospecha. ETA vive una auténtica paranoia de seguimiento, como demuestran los documentos sobre medidas de seguridad intervenidos en las últimas operaciones antiterroristas. Si los guardias reconocieron a uno o más etarras, sólo quiere decir que sus caras eran conocidas. O muy conocidas.

Si uno de ellos era un jefe de la banda, posiblemente del aparato militar, como sospechan los investigadores, eso explicaría que tomaran la decisión temeraria de matar en Francia, una acción que "un pringadillo seguramente no haría por su cuenta y riesgo", señalan mandos antiterroristas. Algunos de éstos especulan que el reconocido por los dos guardias tiroteados pudiera ser Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki. De hecho, la operación en la que participaban los guardias era, precisamente, contra la cúpula de la banda.

Los etarras del bar o bien siguieron los pasos de los guardias cuando se marchaban para avisar a sus compañeros, o bien habían abandonado el local minutos antes que los guardias civiles y les esperaron en el aparcamiento. Parece que los terroristas dieron algunas voces. Los investigadores sospechan que hicieron algún tipo de pregunta o lanzaron alguna frase, para confirmar que los que iban delante o detrás de ellos eran guardias. Cuando Trapero y Centeno se disponían a subir a su vehículo, con matrícula del Ministerio del Interior francés, los etarras les dispararon a bocajarro. Uno de los guardias fue tiroteado por la espalda cuando estaba montándose en el coche; era Fernando Trapero. Al otro le dispararon de frente, hasta vaciar todo un cargador sobre su cuerpo; era Raúl Centeno, que murió en el acto. Fernando Trapero, que posiblemente fue tiroteado a bocajarro y por la espalda cuando ya se encontraba entrando o incluso dentro del coche, perdió el conocimiento al alcanzarle una bala en la cabeza; esta bala quedó alojada en su cerebro de manera que sería imposible extraerla, circunstancia que le mantedría cuatro días debatiéndose entre la vida y la muerte en un hospital de Bayona.

{El ministro español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una rueda de prensa conjunta con su colega francesa, Michèle Alliot-Marie, la tarde del sábado en Capbreton, declaró: "No era, por supuesto, un lugar donde estuvieran habitualmente presentes los miembros de la Guardia Civil, sino un lugar escogido al azar, un encuentro fortuito en donde suponemos que ha habido un reconocimiento mutuo que ha acabado en el tiroteo.

"No sabemos por qué se han debido reconocer y el resultado es que cuando han salido los guardias civiles han salido detrás los tres etarras, dos hombres y una mujer. Ha habido una discusión y ha acabado con un tiroteo".}

Fuentes: Le Monde, Le Figaro, El País, El Mundo, La Vanguardia.

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Nacido el 19 de septiembre de 1984 en Madrid y soltero, Fernando Trapero Blázquez entró en la Guardia Civil a los veinte años y estaba destinado, junto a Centeno, en la Unidad Central del Servicio de Información, encargada de la lucha contra la banda terrorista ETA. Su familia es natural de El Tiemblo, municipio de 4.000 habitantes de la provincia de Ávila.

La familia de Trapero ha decidido donar sus órganos.

FERNANDO TRAPERO
Un guardia civil que quería ser como su padre

por ISABEL MARTÍN | AGENCIAS
El Mundo. MADRID.-Actualizado miércoles 05/12/2007 20:17

Fernando Trapero Blázquez nació el 19 de septiembre de 1984, en Madrid. Justo al cumplir los 20 años, ingresó en la Guardia Civil, siguiendo así los pasos profesionales de su padre, que también fue brigada en la Benemérita aunque se jubiló hace un año.

Fernando acababa de empezar, pero la bala que recibió en el atentado del pasado sábado ha terminado finalmente con su vida. Al igual que le costó la vida a su compañero, Raúl Centeno.

Desde pequeño pasó largas temporadas en El Tiemblo, una localidad abulense situada a unos 45 kilómetros de la capital de esta provincia. Allí le recuerdan con cariño. "Era un chaval normal", cuenta el alcalde, Rubén Rodríguez, vecino "puerta con puerta" de la casa donde sus padres pasan largas temporadas.

"Recuerdo verle jugar alegremente, como otros niños, junto a mi casa, con la camiseta de su equipo de fútbol", confiesa. Afición que perduró en el tiempo, ya que jugaba como portero en algún que otro partido con sus amigos.

Junto con su compañero fallecido, Raúl Centeno Pallón, de 24 años, Fernando Trapero estaba destinado a la sede central de la Guardia Civil, aunque procedía del Colegio de Guardias Jóvenes Duque de Ahumada. Allí demostró, según sus compañeros "su valía" en "multitud de ocasiones".

"Su carácter, bromista, simpático y divertido, aún a pesar de su seriedad inicial, siempre aportaba una nota de color en el Grupo". Son palabras recogidas de la web oficial de la Guardia Civil, y a modo de agradecimiento del Grupo de Apoyo Operativo al que pertenecieron, dedican , también a Raúl Centeno, un homenaje escrito a este "gran deportista" que, "en sus tiempos de polilla" (de novato), pertenecía a la sección de motos.

Fernando había planeado un futuro junto a su novia, dedicadónse a lo que siempre quiso ser, guardia civil.

Anoche sus amigos de El Tiemblo le dedicaron una vigilia con velas, en su memoria. El Ayuntamiento de la localidad también contribuirá a recordar que Fernando Trapero dedicó "su corta vida en defensa de la libertad que otros disfrutamos", según indicó Rubén Rodríguez. Le concederán la medalla de oro de la localidad, a título póstumo, además de nombrarle Hijo Predilecto de la Ciudad.

El alcalde de El Tiemblo ha subrayado la "entereza" del padre de Fernando Trapero, cuya familia es originaria de este municipio, que se ha mostrado "orgulloso" de la labor desarrollada por su hijo, así como el "profundo dolor" de la madre tras conocer el fatal desenlace.

"Su padre me ha dicho que se sentía muy orgulloso porque parecía que Fernando se había mantenido con vida hasta que han arrestado a dos de los etarras que participaron en el vil atentado", ha subrayado el regidor.

Los familiares del agente fallecido, de 23 años, soltero y sin hijos, han donado todos sus órganos, según las fuentes oficiales.

Cuarta víctima desde el alto el fuego

Según indicaron fuentes del Ministerio de Defensa, los restos mortales del agente llegarán, previsiblemente, el jueves por la tarde a la Base Aérea de Getafe (Madrid), una vez concluyan todos los trámites necesarios para su repatriación.

Fernando Trapero se ha convertido en la cuarta víctima mortal desde que la banda terrorista rompiera el alto el fuego con la colocación de una bomba en Barajas, el 30 de diciembre de 2006.

Los dos agentes, Trapero y Raúl Centeno, se unen a los primeros muertos a manos de ETA desde que la banda diera oficialmente por roto el alto el fuego a primeros de junio, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, los dos ecuatorianos asesinados por la banda con la colocación de un coche-bomba en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas a finales del año pasado.

En el Pleno municipal extraordinario convocado de urgencia para esta tarde en el Ayuntamiento de El Tiemblo se elaborará un manifiesto de condena del atentado y de solidaridad con la familia del guardia civil fallecido este miércoles.

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Raúl Centeno Bayón. (Foto: EFE)

RAÚL CENTENO BAYÓN
Un guardia civil con vocación familiar

Actualizado domingo 02/12/2007 12:51
ELMUNDO.ES

MADRID.- Raúl Centeno Bayón tenía sólo 24 años cuando su vida se vio sesgada por el terrorismo. Un "encuentro fortuito" con tres presuntos etarras mientras realizaba una labor de vigilancia "habitual" puso fin a una carrera en la Benemérita heredada a la antigua usanza, de padre a hijo.

Raúl nació en Madrid un 11 de junio de hace 24 años y, como recuerdan sus compañeros siempre tuvo clara su vocación, quería ser guardia civil como su padre José Centeno, destinado la unidad de protección de edificios oficiales.
Con tan sólo 20 años el joven guardia civil entro a formar parte del cuerpo. Soltero, sus amigos le recuerdan como "un as, un joven muy inteligente".

Al igual que su compañero y amigo, Fernando Trapero, gravemente herido durante el tiroteo, estaba destinado en la sede central de la Guardia Civil, en la capital, donde se ubica la Unidad Central Especial (UCE-1), del Servicio de Información de la Benemérita, encargada de la lucha contra ETA.

Raúl que decidió luchar contra el terrorismo desde el lado más duro y más peligroso vio sesgada su vida y su carrera el 1 de diciembre cuando, mientras defendía la libertad, fue asesinado a sangre fría por presuntos miembro de ETA.

Como Raúl, su compañero Fernando Trapero, herido gravemente en el ataque, también quiso seguir los pasos de su padre. Sin problemas pasó las pruebas de acceso para ingresar en el instituto armado.

Está destinado en el acuartelamiento de la localidad abulense de El Tiemblo, aunque como su compañero había nacido en Madrid. Fernando con tan sólo 23 años había planeado un futuro junto a su novia, dedicadónse a lo que siempre quiso ser, guardia civil.