Textura del texto papal
18.09.06 @ 15:30:18. Archivado en Universidades, Pro amicitia universale, Religiones
La textura de un texto es indisociable de su contexto. Una de las mayores preocupaciones de todo locutor o escritor es que se comprenda exactamente el contexto sobre el que teje su propia textura textual.
El contexto de una frase no es solamente el conjunto de las frases que la acompañan en el mismo texto, éste es su contexto interno, sino también el conjunto de las circunstancias en las que la frase es dicha o escrita; éste es su contexto externo.
Entre estas circunstancias hay que distinguir por una parte los actuantes del discurso, que son tanto el locutor o el escritor como su oyente o lector, vinculados por la buena fe en su actitud de colaboración comunicacional; y por otra los referentes a los que se refiere su discurso, mediante las variables espaciotemporales que los ponen en perspectiva.
El oyente o lector que opera la disociación de un texto de su contexto, prueba con ello que no busca la interpretación del texto, sino un pretexto para imponer su propia actitud de oposición a la intención comunicativa del locutor o escritor, cuya eficacia depende totalmente de la actitud de colaboración de su oyente o lector.
Por desgracia, una frase de la lección magistral impartida por el papa Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, el martes 12 de septiembre, ha sido sacada de su contexto, tanto interno como externo, y empleada tendenciosamente contra el propio pontífice.
La lección, dirigida a un auditorio de universitarios bávaros, no tenía en absoluto por tema el Islam. Benedicto XVI pretendía hablar de "Fe, razón y universidad". Su objetivo textual era el defender la racionalidad del cristianismo, intentando probar con argumentos históricos que esta religión, que serviría de matriz a Europa, surgió de la convergencia de la fe bíblica y de la filosofía griega.
El texto escrito del Papa se compone de unas 300 líneas, de las que solamente 43 aluden indirectamente al Islam, mediante la cita de un texto bizantino del siglo XIV.
Este texto bizantino, cuyo género literario es el diálogo de tipo disputa académica, reproduce un debate supuestamente mantenido, en torno al año 1391, entre el emperador Manuel II Paleólogo y un desconocido erudito persa. Benedicto XVI lo utiliza para poner de relieve la contraposición entre la mentalidad del emperador bizantino, formado en la filosofía griega, y otras creencias que no eran la suya.
El emperador explica las razones por las que la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. "Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios". Para Benedicto XVI esta última frase del emperador es la fundamental.
Es muy posible que Benedicto XVI, al redactar su discurso en vísperas de su visita a Turquía, haya querido rendir un homenaje al esfuerzo de Ata Turk (Mustafa Kemal Atatürk (que significa «Padre» o «antepasado» turco) y de sus herederos, que han querido disociar el bien común de su país del dominio hegemónico de una creencia particular, para hacer posible la convivencia racional y tolerante de los turcos de todas las creencias.