El premio solar del profesor Luque
07.12.06 @ 20:37:00. Archivado en Universidades, Energías renovables
Las autoridades académicas de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (ETSIT) tuvieron la buena idea de ofrecer un espacio en la web de la institución al profesor Antonio Luque López, para que explicara, como beneficiario del Premio Nacional Juan de la Cierva de Trasferencia de Tecnología de 2003, el sentido que él daba a la concesión de este premio por sus investigaciones fotovoltaicas.
Varias de las cartas de presentación, enviadas por autoridades científicas internacionales en la materia y recibidas por el jurado de este premio, habían mencionado como mérito señalado del profesor Luque la creación de una escuela científica de la que muchos de sus miembros habían alcanzado un merecido reconocimiento internacional. El profesor Luque declara que una de sus mayores satisfacciones actuales consiste en poder presumir de tener varios biznietos intelectuales: discípulos de un discípulo de un discípulo suyo.
Como el premio es de transferencia de tecnología, el profesor Luque confiesa agradecido que la tecnología desarrollada en la ETSIT hizo posible la creación de Isofotón, de la que él mismo fue fundador en 1981 y luego presidente hasta 1990. Gracias a esta planta industrial, la primera en España y la segunda en Europa, nuestro país es actualmente un importantísimo exportador de paneles fotovoltaicos a nivel mundial.
Puede afirmarse, con satisfacción y sin temor a exagerar, que España es hoy una potencia mundial en tecnología fotovoltaica.
Cara al futuro, el profesor Luque pronostica que la energía fotovoltaica se convertirá en unas décadas en una de las tecnologías más importantes para el suministro de electricidad. Este pronóstico se cumplirá si la investigación que se lleva a cabo, tanto en la universidad como en la industria, descubre nuevos conceptos que aprovechen mejor el recurso solar que se necesita para ello.
Para lograr a su vez este ambicioso objetivo de ciencia teórica y aplicada, el profesor Luque propugna una idea neo-renacentista de la educación. Si es cierto que hoy no se puede saber de todo, también es cierto que debemos aprender a aprender todo lo que haga falta, abriéndonos a las luces de todas las ciencias, cualesquiera que ellas sean, para superar nuestras ignorancias parciales en la materia que investigamos e indutrializamos.
Detrás de todas estas confesiones inequívocas del maestro universitario, que apasiona a sus discípulos, porque lo ven dispuesto a todo tipo de sacrificio por su ciencia abierta, se siente palpitar la convicción del hombre que sabe que la humanidad encontrará en el sol de manera consciente la energía que de manera inconsciente las plantas y todo género de seres vivos saben encontrar desde siempre.
Foto: Antonio Luque López, Catedrático de Tecnología Electrónica de la ETSIT, y Director del Instituto de Energía Solar, Premio Nacional Juan de la Cierva de Trasferencia de Tecnología 2003
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Explicaciones del profesor Luque sobre el sentido para él del Premio Nacional Juan de la Cierva de Trasferencia Tecnológica 2003.
Agradezco en primer lugar la amabilidad de las autoridades académicas de la ETSIT al ofrecerme este espacio en la web de mi querido Centro.
El pasado 3 de Noviembre he sido galardonado por S.M. el Rey con el Premio Nacional Juan de la Cierva de Trasferencia Tecnológica 2003 con la siguiente mención:
“...por sus aportaciones científicas al campo de la energía fotovoltaica, a las tecnologías de fabricación de células solares, a la aplicación de las energías renovables y a la formación de tecnólogos en esta materia.”
Como la función de los premios es ejemplarizar conductas, la distinción de la Escuela al pedirme escribir estas líneas me fuerza a imaginar lo que en mi conducta el jurado del premio haya podido encontrar de ejemplar. Y lo primero que tengo que señalar es mi papel en la formación de tecnólogos. Entre los elementos de juicio del jurado para otorgar el premio se incluye estatutariamente la presentación de cartas de presentación de científicos del ámbito internacional. Pues bien, varias de las cartas recibidas han mencionado como mérito señalado la creación de una escuela científica de la que muchos de sus miembros han alcanzado un merecido reconocimiento internacional.
Debo señalar, con Sócrates, que yo he aprendido de mis discípulos más que ellos de mí, porque ellos han tenido un solo maestro pero yo he tenido muchos discípulos, más de veinticinco estudiantes de doctorado que a su vez han enseñado a otros, de manera que ya puedo presumir de varios biznietos intelectuales (discípulos de un discípulo de un discípulo mío).
Pero el premio es de transferencia de tecnología. España es hoy el tercer o el cuarto país, según los años, en número de células solares fabricadas, detrás de Japón, de los EEUU, y a veces de Alemania. Esta fabricación mueve ya en España más de 150 millones de euros.
De hecho la mayor fábrica de Europa es la malagueña Isofotón, con ventas de 73 millones de euros en 2002, que fue creada en 1981 a partir de la tecnología desarrollada en esta escuela y de la que fui presidente hasta 1990. España es un importantísimo exportador de paneles fotovoltaicos, de manera que vende en el exterior, a más de 50 países, alrededor del 90% de su producción.
Al próximo Congreso Europeo Fotovoltaico en Paris, España ha presentado el 8% de las comunicaciones totales, detrás de Alemania, pero delante de todos los demás países. Puede afirmarse que España es hoy una potencia mundial en tecnología fotovoltaica.
Una tercera reflexión es sobre el propio papel de la energía fotovoltaica.
Argumentos ambientales e incluso de existencia de recursos energéticos recomiendan el desarrollo de este tipo de energía. En el momento actual el crecimiento de la industria fotovoltaica es vertiginoso, al 35-40% anual. Los pronósticos son que la energía fotovoltaica se convertirá en unas décadas en una de las tecnologías más importantes para el suministro de electricidad. Pero para ello se necesitan nuevos conceptos que aprovechen mejor el recurso solar. En mi Instituto lideramos un esfuerzo europeo (con 19 centros) para encontrar estos nuevos conceptos. Es quizá la operación mundial más coordinada hacia ese objetivo.
Por último, ¿por qué en Teleco nos dedicamos a la energía?. Porque supimos y porque sabemos.
Yo propugno una idea neo-renacentista de la educación. Si es cierto que hoy no se puede saber de todo, se debe aprender a aprender lo que haga falta. Matemáticas, Física,Química, Biología e Informática son las bases de la educación universal moderna de un ingeniero y también de un Teleco. Las hemos tenido en la Escuela y espero que las tengamos en el futuro.
AL, 23/11/2003.
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