Publiqué este artículo por la primera vez el 13.10.05, bajo el título: "Año nuevo, vida nueva, sólo si es euroafricana". Lo publiqué de nuevo, bajo el mismo título, el 10.12.07, el 26.12.08, el 11.01.10 y el 30.12.10.
Vuelvo a publicarlo hoy, sin cambiar una sola idea, aunque sí algunas referencias y el título, para expresar un plazo preciso de espera.
Lo hago con mis ojos decepcionados puestos sobre todo en la Unión Europea y Marruecos, en razón de compromisos no cumplidos sobre la emigración afro-europea. Con análoga decepción observo el comportamiento de algunos países de tránsito migratorio del resto del Magreb, que han copiado el modelo marroquí, porque desgraciadamente, en ambos tránsitos migratorios magrebíes, la actualidad de este tema se ha transformado en urgencia de enfermo terminal, olvidado hasta hoy sin cuidados intensivos en un rincón de los largos pasillos de nuestra burocracia europea y, consecuentemente, de sus interlocutoras magrebíes.
Esperé inútilmente que la cumbre de Lisboa, primero, y el Tratado del mismo nombre, luego, hubieran imaginado cambiar algo al ritmo de la terrible mutación estructural, que yo había anunciado como inminente en mi artículo de hace ya más de cinco años, y que no ha cesado de agravarse desde entonces. Las trágicas hecatombes a repetición de Lampedusa visualizan siniestramente esta agravación.
Espero que los anteproyectos de educación, puestos de trabajo e infraestructuras, repetidos una vez más por nuestros políticos, no se queden en simples proyectos de formularios, que serán a su vez arrumbados en despachos euro-rutinarios, cuyas prioridades estratégicas son diferentes.
Me prohíbo el recordaros la cantidad de cadáveres y de decepciones que ha costado ya este olvido sistemático de África por nuestros ejecutivos europeos. Preguntádselo a mis amigos canarios y costasoleros, que son quienes viven el día a día de esta tragedia, que seguirá siendo vergonzosa mientras no la remediemos como cosa nuestra entre todos los europeos.
◊ Espero que el recuerdo actual de África por Europa no sea de nuevo un rollito de buenos sentimientos, cuya eficacia se limite una vez más a hacernos creer que no somos olvidadizos, sino justos y buenos con nuestros ancestros africanos. ◊
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La ciencia nos afirma que toda la humanidad viene de África. Así que no debemos sorprendernos de que la inmigración africana llame hoy a las puertas de Europa como lo hicieron, antes de que nuestra historia comenzara, nuestros propios ancestros.
La Unión Europea está descubriendo estos días, como ya lo hizo con ocasión del reforzamiento de las fronteras de Ceuta y Melilla, en octubre del 2005, que el drama que estamos contemplando, esta vez con visos de invasión en las islas Canarias, primero, y de rechazo por Marruecos hacia el destierro, después,{mediante "redada, aislamiento en comisaría, deportación al desierto en la frontera de Argelia"}, no es algo meramente circunstancial, sino que es el síntoma más llamativo de un cambio estructural.
Como era previsible, la relación entre nuestra familia africana y nosotros mismos, sus herederos europeos, no sólo debe cambiar sino que ya está cambiando estructuralmente. No es justo que en la nueva era de la globalización ya más que iniciada, ellos sigan siendo los familiares pobres, a pesar de sus ingentes riquezas en humanidad y en bienes naturales de todo tipo, mientras que nosotros, como niños consentidos de padres ricos, disfrutamos de todos los caprichos y juguetes de nuestra insolidaria riqueza.
¿Estamos en un recodo de la historia?
Para mí no hay duda de ello. Los inmigrantes de hoy nos están recordando que si nuestra propia inmigración, reciente para algunos y atávica para todos, nos resultó benéfica, este beneficio debe favorecer a toda la familia, que sin lugar a dudas es euro-africana.
También nos ayudan a recordar que buena parte de nuestros bienes actuales proceden de África como lo saben muy bien nuestros recientes colonizadores. También lo saben, aunque lo ocultan, los actuales neo-colonizadores de los ingentes recursos naturales africanos, ocultación que obedece a que estos bienes, cuyo valor incalculable tiene abierto el apetito de los mayores lobos globales, están hipotecados hoy por nuestros financieros más avaros.
Al releer los artículos que yo escribí en octubre 2005, es muy importante tener en cuenta todas estas verdades, que con frecuencia nos ocultamos a nosotros mismos, unos por falta de cultura y otros por falta de sinceridad. Estas verdades pueden ser resumidas en una frase, que someto a la consideración de unos y otros: Tanto nuestro pasado más remoto como buena parte de nuestro futuro más inmediato están en África.
Nuestro año nuevo no comportará una vida nueva si ésta no es euroafricana.
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Injusticia con Mayúscula.
Mensaje urgente de mi hermana Isa, reaccionando al testimonio del arzobispo de Tánger sobre la inmigración africana
Querido hermano: Aquí tienes un tema de Injusticia con Mayúscula, que me aclara este amigo internauta.
Tú, que tienes habilidad de escritura, espíritu inquieto y amor por los más débiles de la tierra, seguro que podrás sumarte a crear una corriente de opinion que ayudará mas que si miramos para otro lado.
Un abrazo.
Isa
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Imagen: "La desesperación de los africanos en las comisarías de Marruecos la justifican leyes europeas y la subvenciona el euro"
"Europa paga a Marruecos, paga grandes cantidades de dinero, para que Marruecos le haga a Europa de policía de frontera. Y Marruecos tiene que justificar la eficacia policial que le han encomendado. La práctica es: redada, aislamiento en comisaría, deportación al desierto en la frontera de Argelia."
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Testimonio del arzobispo de Tánger sobre la inmigración africana
Año NUEVO, dolor VIEJO
por Santiago Agrelo Martínez,
arzobispo de Tánger.
Herodes mandó matar a todos los niños en Belén:
Tenía que hablar de la paz, pero he de cambiar argumento.
De la paz hablaré otro día. Hoy toca hablar de dolor inocente.
El correo que recibí decía así: "Cuarenta y dos personas detenidas en Mesnana en nochebuena. Entre ellas mujeres embarazadas y mamás con bebés. Algunos enfermos. Uno declara que habían salido al mercado para comprar algo para la cena, otros estaban cantando a la navidad cuando tocaron a su puerta".
Dos días antes nos habíamos encontrado. Bajamos a la cripta de la catedral. Estaba prevista oración común, mesa común, y un obsequio que cada uno pudiese llevar a su casa. Presidía su pastor, un joven negro, revestido de túnica blanca, deslumbrante como luz de resurrección.
Cantaron con el alma, como el alma de África sabe cantar. Escucharon la palabra del pastor. No sé de qué les habló, pero sé que participaron en el sermón con aclamaciones de alabanza y asentimiento por cuanto el pastor les decía. Era una hermosa vigilia de Navidad, para gente buena de África, para hombres, mujeres y niños que buscaban en el canto, en la palabra y en la oración una presencia amiga y la paz que necesitaban para que el cielo los cobijase en horas de miedo.
Hoy están detenidos. Aislados. Sin comida. Angustiados. Hombres, mujeres y niños, gente peligrosa que asalta el cielo con oraciones y pone en peligro los sueños de Europa. Mañana los habrán deportado. No volverán a sus casas. Serán entregados al desierto, chivos expiatorios de nuestra salud económica, animales que abandonamos porque nos molesta su presencia.
No me pregunten quién es el miserable que los va a entregar, pues no es más que un mandado del sanedrín que lo paga.
Europa legisla y paga: los fuertes determinan dónde empieza y dónde acaba la libertad de los débiles, los sobrealimentados deciden sobre la mesa de los hambrientos, de modo que a los pobres no sólo les falte el pan, sino que se les cierren también los caminos para que puedan ganarlo dignamente.
La desesperación de los africanos en las comisarías de Marruecos la justifican leyes europeas y la subvenciona el euro.
Hoy, desde África, sube hasta Dios el grito del dolor inocente, y ese grito será testigo de cargo contra los dioses que continúan crucificando al hijo del hombre.
+Santiago Agrelo Martínez,arzobispo de Tánger
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Diálogo entre mi hermana Isa y el arzobispo de Tánger
El 29 de diciembre de 2010 18:56, Isabel Garcia Bardon escribió:
Sr Arzobispo Santiago Agrel Martínez;
Es fuerte lo que hoy describe, no comprendo.
¿Por qué el destierro de inocentes al desierto?
¿Por qué los destierra Marruecos?
¿Por qué lo manda el Euro Europeo?
Lamento hacer tanta pregunta ante un escrito con tanto desgarro.
Tiene mi respeto y hoy mi Oración.
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De: Santiago Agrelo Martínez
Enviado: Wednesday, December 29, 2010 10:26 PM
Para: Isabel Garcia Bardon
Asunto: Re: Año nuevo. Dolor viejo.
Querida Isabel: Marruecos es, con Libia y la frontera entre Méjico y los Estados Unidos de América, uno de los lugares más importantes de tránsito de emigrantes. Los hay de muchas clases; pero de los que trata mi denuncia es de negros, centroafricanos, sin papeles, que pueden pasar años a este lado del estrecho de Gibraltar, esperando una oportunidad para pasar la frontera de Ceuta, o la de Melilla, o las aguas del Estrecho. Es gente que carece de todo, que padece de todo, y que sólo sueña a dónde ir, porque no tiene a dónde volver.
Europa paga a Marruecos, paga grandes cantidades de dinero, para que Marruecos le haga a Europa de policía de frontera. Y Marruecos tiene que justificar la eficacia policial que le han encomendado. La práctica es: redada, aislamiento en comisaría, deportación al desierto en la frontera de Argelia.
Europa conoce la práctica, y finge que no ve. Sabe que se violan los derechos humanos, y paga. Claro que no paga para que se violen esos derechos, pero paga, sabiendo que se violan. Añade a la burla de las barreras fronterizas el sarcasmo de la hipocresía.
Querida Isabel: yo no entiendo de fronteras, ni de derechos de las naciones, ni de tantas cosas que necesitan expertos para poder decir una palabra sensata. Pero entiendo de personas, y un poco de justicia, y otro poco de humanidad, y me basta para saber que entre todos estamos comentiendo un crimen contra los pequeños de la tierra.
Gracias por hacerme preguntas. Es el primer modo de acercarnos a los demás para encontrarnos con ellos. Hay gente a la que harás un regalo de inmenso valor sólo con preguntarle su nombre.
Cuando las leyes, por muy justas que sean, no las aplica la humanidad sino el hielo, no protegen, congelan.
Gracias también por tu oración. Sólo los pobres saben orar.
Un abrazo de este hermano menor.
15.10.13 | 16:00. Archivado en Europa, Las Américas, Semántica, Pragmática, España, Sociogenética, Antropología,Convivencias europeas, Pro pace, Ética, Educación, Migraciones, Pro justitia et libertate, Geopolítica, África, Asia,Oceanía, Ecología
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