
lunes, marzo 05, 2012
Corrida incompatible con la deontología del toreo

Con ocasión de esta inquietante reaparición en la lidia de un torero privado de visión binocular, visión necesaria para la discriminación de profundidad, facultad discriminatoria que permite percibir y situar en particular cada uno de los dos cuernos del toro en mortífera relación de amenaza con el cuerpo del propio torero, os invito a imaginar una fiesta nacional taurina que reemplace la corrida de toros, comercialmente degradada en espectáculo mortífero, por una corrida de toros deontológicamente correcta, que sea la digna heredera crítica de la tauromaquia tradicional.
Me gustaría que se aprovechara la situación límite de hoy, cuyos excesos inmorales no podemos aceptar, para que cada uno de los partidarios o adversarios de la tauromaquia actual, participantes o ausentes a "esta fiesta deontológicamente irregular, por incapacidad visual del torero, disminuido ante el toro", diera su opinión sobre la manera de reinventar "la fiesta taurina nacional", poniendo en valor no sólo al torero sino también al toro, más bien que humillándolo, e intentando que tanto su bravura como el arte y la valentía no temeraria del torero sean exaltados más bien que puestos en criminal oposición.
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04.03.12 | 23:00. Archivado en Sociogenética, Ética, Arte, Educación, Teatro, Pro justitia et libertate
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