Navidad significa acoger al otro
27.12.06 @ 17:30:00. Archivado en Hispanobelgas, Ética, Religiones, Arquitectura y urbanismo
El cardenal Godfried Danneels, primado de Bélgica y Arzobispo de Malinas y Bruselas, muy preocupado con el problema de la vivienda en su archidiócesis, ha pedido al clero de sus parroquias y a todos los responsables de instituciones de la Iglesia que, más bien que vender los edificios desocupados que dependen de ellos, los pongan a la disposición de agencias que los renueven y los alquilen a un precio justo, para ayudar eficazmente a las personas privadas de hogar en Bruselas.
La llegada de las rigurosas heladas del invierno, que cada año matan a numerosas personas sin domicilio fijo, añade dramatismo a una frase que ha hecho suya el cardenal: “Es mejor procurarle a alguien una casa por nueve años que darle una cama por nueve horas”. Los alquileres en Bélgica son generalmente de tres, seis o nueve años. Quien obtiene un alquiler correcto por nueve años se siente mucho más seguro que quien sólo lo obtiene por periodos inferiores.
He aquí la declaración del cadenal sobre este tema, durante su homilía de la Nochebuena en la catedral de Bruselas:
¿Nueve horas o nueve años?
Durante la ceremonia de clausura del encuentro internacional “Bruselas-Todos los santos 2006”, recordé que en Bruselas mucha gente busca una vivienda sin encontrarla. En vano. Se trata a menudo de madres solteras o abandonadas que tienen a su cargo niños pequeños. Invité a todos y a todas los que disponen de un alojamiento desocupado a ser generosos y a acoger a los que no tienen vivienda.
Ya en junio pasado, había escrito a las parroquias que no vendieran sus edificios desocupados, llegado el caso, sino que los pusieran a disposición de agencias, que los renueven y luego los alquilen a un precio justo.
La respuesta superó mis esperanzas. Se lo agradezco a todas y a todos los que han colaborado. Pero desgraciadamente no es suficiente. La muchedumbre de las personas SDF ('Sin Docicilio Fijo') y otras personas sin vivienda en Bruselas crece de día en día. Según el CPAS ('Centro Público de Ayuda Social) de Bruselas, su número ha pasado estos últimos años de doscientas a seiscientas.
Las autoridades públicas hacen con todo grandes esfuerzos: trescientas cincuenta nuevas camas este año, además de las mil del año pasado. Es encomiable. Aumentar el número de camas para administrar situaciones de desamparo en caso de gran frío, está bien. Volverlo superfluo, es mejor.
Son los alquileres los que deberían ser accesibles. Como recientemente he oído decir: “Es mejor procurarle a alguien una casa por nueve años que darle una cama por nueve horas”. Y no hablo de los explotadores que reclaman alquileres exorbitantes por un estudio muy pequeño.
Por supuesto que el portal de Belén donde nació Jesús era exiguo. ¡Pero tenía la ventaja de ser gratuito! El refugio de sus hermanos y hermanas en Bruselas cuesta caro y ofrece apenas más espacio que el establo de Belén. Sin hablar del insuficiente mobiliario. A eso, Jesús responde: “Lo que no hicisteis en favor de los más pequeños de entre los míos, es a mí a quien no me lo hicisteis.” (Cfr. Mt 25)...
Navidad significa acoger al otro, en el sentido literal como en el sentido figurado. Acogerlo en nuestras casas y en nuestros corazones. Tal es el secreto de la Nochebuena. Y, hermanos y hermanas, permitidme añadir… ¡“Esto no es una ficción”!
Santa fiesta de Navidad 2006.
No hay comentarios:
Publicar un comentario