viernes, agosto 11, 2006

Abrir un seminario

Abrir un seminario

Permalink 11.08.06 @ 11:33:40. Archivado en Universidades, Antropología conyugal, Religiones, Educación

Más de una vez he tenido que reprimir mi pena al ver que muchos seminarios y noviciados se cierran o se transforman por falta de vocaciones.

Mi pena se agrava en muchos grados cuando veo que estas santas casas se transforman en hoteles de lujo. Entonces me digo que más de un constructor-destructor abriga el siniestro proyecto de transformar España, incluida la hacendosa Cataluña y las rebeldes Vascongadas, en un país de camareros al servicio de la indolencia internacional, cuyo albergue natural son los dichosos hoteles de lujo.

Esta mañana he tenido la alegría de constatar que un Obispo catalán, monseñor Josep Ángel Sáiz Meneses, ha decidido abrir un Seminario. Sin embargo, al no disponer de todos los datos, para calibrar a su justa medida la noticia, he preferido dirigirme al autor del artículo, para pedirle algunas precisiones.

He aquí los párrafos esenciales de la noticia, cuyo joven autor, Guillermo Juan Morado, nacido en 1966, es sacerdote diocesano. Doctor en Teología por la P.U. Gregoriana. Licenciado en Filosofía. Profesor de Teología. Ha publicado el libro "También nosotros creemos porque amamos" (Roma 2000) y numerosos artículos en revistas como "Teologia Actual", "Liturgia y Espiritualidad" y en diversos medios digitales.

... es una buena noticia saber que un Obispo, una diócesis, decide abrir su Seminario. Es un indicio claro de que esa iglesia particular sabe lo que es y lo que quiere. Es una muestra de fe; un motivo de esperanza; una apuesta por el futuro. La penuria vocacional merece ser desafiada con la fuerza de la fe, que hace real lo que, a veces, humanamente parece imposible.

En la raíz de la escasez de vocaciones están diversas causas; también causas internas; también causas teológicas. No habría que desestimar la advertencia al respecto del documento de los Obispos Teología y secularización en España: “La falta de claridad respecto al ministerio ordenado en la Iglesia no ha sido ajena a la crisis vocacional de los últimos años. En algunos casos parece, incluso, que hay el deseo de provocar un “desierto vocacional” para así lograr que se produzcan cambios en la estructura interna de la Iglesia”.

Se ha oído más de una vez que cuantos menos sacerdotes, mejor, porque, de ese modo, se potenciaría en la Iglesia la misión de los laicos. Pobre compresión es aquella que, para subrayar la vocación de los laicos, ha de recurrir a oscurecer la del clero. La verdad es que ambas misiones se refuerzan y complementan mutuamente. Si hay laicos que viven su fe, habrá vocaciones, habrá sacerdotes. Y si hay sacerdotes dedicados a su tarea, los laicos dispondrán de todos los medios necesarios para vivir bien su fe.

Abrir un Seminario es un paso decisivo, pero es sólo el primer paso. A mí me parece que el segundo es ganar la confianza; hacerse merecedor de la credibilidad. Y esa confianza se gana cuando los Seminarios son, de modo claro y por todos conocido, lo que deben ser. Saludamos la feliz iniciativa de la diócesis de Terrassa, que se suma a otras no menos dignas de elogio, y estamos convencidos de que un Obispo que abre, y mantiene, y prestigia, su Seminario, podrá, cuando le llegue la hora de la jubilación, y, sobre todo, la del encuentro con Dios, hacer suyas las palabras de Simeón: “Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz”.

Guillermo Juan Morado.

Guillermo ha publicado esta mañana la noticia en su blog: Predicar en el desierto de Periodista digital:

http://blogs.periodistadigital.com/predicareneldesierto.php

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He aquí las precisiones que yo pido a mi colega Guillermo.

Querido colega: Me dirijo a ti como antiguo profesor de Seminario y como profesor emérito de la Universidad católica de Lovaina, donde trabajo desde hace ya casi medio siglo.

Me gustaría que precisaras si el nuevo seminario del que hablas se encuentra en el seno de una universidad o, por lo menos, dentro de un campo universitario con facultades de filosofía y teología. Personalmente creo que este tipo de incardinación es totalmente necesario para los seminarios del futuro, si no queremos que nuestros seminaristas sigan desconectados de los manantiales de la vida intelectual.

También me gustaría que precisaras si el nuevo seminario promueve el contacto natural de los seminaristas con las familias, garantizándoles en cierta manera su amistad con las mujeres, los ancianos, los niños y los enfermos. Para mí es muy importante que a la hora de asumir el celibato sean conscientes de los valores de la vida de familia y que si dan el paso no sea para refugiarse en el poder clerical, sino para poder servir mejor al conjunto de las familias, que es el cuerpo revivificador de la Iglesia.

Creo que dos factores importantes de la crisis de la Iglesia son: el clericalismo y la falta de una antropología conyugal (filosófica y teológica), que ponga en evidencia el plan de Dios sobre la aventura humana como participación histórica en su Creación permanente. Si hay de menos en menos vocaciones es porque hay de menos en menos familias para hacerlas posibles.

Te invito a dialogar conmigo en: Amistad Europea Universitaria: http://blogs.periodistadigital.com/aeu.php

Cordialmente.

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