En junio de 2010, los provinciales de la Compañía de Jesús en Estados Unidos firmaron una carta pública dirigida a miembros del gobierno para que revisaran las leyes de inmigración que no se respetan ofreciendo a los inmigrantes un camino para ser ciudadanos según la ley, para que obtengan protección jurídica, y para que a los países de origen se les dé una mayor ayuda para el desarrollo (de naturaleza no militar).
Para que toda la gran Familia Ignaciana se comprometiera en ello, invitaron luego a grupos pertenecientes a la Familia a que aprobaran una carta que acompañara a la primera insistiendo en los principios de la reforma sobre la inmigración que habían pedido la Conferencia Episcopal Católica y los provinciales de Estados Unidos. www.jesuit.org/immigrationsignon
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Tenemos potencial para cambiar las cosas
John Sealey,
Coordinador del Apostolado Social,
provincia de Wisconsin, Estados Unidos
“Mi hija crece y mi hermano acaba de morir. Mi familia me necesita más que nunca… No sé qué decirle a mi hija cuando me pregunta si volveré a estar con ella… Quisiera decirle que no se preocupe… que me ocuparé de ella y que todo irá bien. Esto es lo que más me hace daño y me preocupa: no sé si voy a poderla proteger, si voy a poderla guiar por el buen camino.”
Estas palabras las escribió de su puño y letra una mujer que se graduó en la Nativity Jesuit Middle School (Milwaukee, WIS) y que actualmente se encuentra detenida, a la espera de una resolución judicial que decida su destino de deportación.
Más de 12 millones de sin papeles, muchos de ellos estudiantes en colegios de la Compañía, o fieles de nuestras parroquias o personas que atienden nuestros servicios sociales, viven con un miedo constante a las redadas contra los migrantes, tanto en el trabajo como en sus casas. Y aunque no se vean amenazados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, su estado vulnerable los vuelve impotentes ante la explotación de prestamistas, empleadores y dueños de empresas.
Lo que más me desconcierta es la retórica hostil de grupos y políticos anti-inmigrantes que distorsionan el problema para su propio provecho utilizando las armas del miedo y de la mala información para inflar fobias sobre incertidumbres económicas, crímenes, o “seguridad nacional”. Este rencor caustico y este descarado racismo aleja al resto de la humanidad de los migrantes y crea un clima irrespirable. El teólogo Padre Dan Goody observa que “a pesar de las dificultades físicas de su camino, muchos migrantes dicen que lo más difícil es la falta de dignidad que sufren en su propia carne cuando la gente los trata como perros.”
Uno de los mayores retos es educar a nuestra comunidad católica, casi toda de inmigrantes en su origen, que muchas veces adolece de simpatía hacia los nuevos inmigrantes.
En junio de 2010, los provinciales de la Compañía de Jesús en Estados Unidos firmaron una carta pública dirigida a miembros del gobierno para que revisaran las leyes de inmigración que no se respetan ofreciendo a los inmigrantes un camino para ser ciudadanos según la ley, para que obtengan protección jurídica, y para que a los países de origen se les dé una mayor ayuda para el desarrollo (de naturaleza no militar). Para que toda la gran Familia Ignaciana se comprometiera en ello, invitaron luego a grupos pertenecientes a la Familia a que aprobaran una carta que acompañara a la primera insistiendo en los principios de la reforma sobre la inmigración que habían pedido la Conferencia Episcopal Católica y los provinciales de Estados Unidos. www.jesuit.org/immigrationsignon
Cuando atiendo manifestaciones y marchas, grupos de oración a favor de inmigrantes, su fe me impresiona y su alegría también, a pesar de las muchas dificultades que encuentran en su vida. Me siento inspirado por su sentido de comunidad y viendo cómo se sacrifican por su familia. Al caminar con ellos me siendo profundamente solidario con jesuitas y colaboradores ignacianos del mundo entero que han defendido y defienden heroicamente a los desplazados. Y ahora que nuestra incidencia política en Estados Unidos trasciende las fronteras de nuestras provincias y de los sectores apostólicos, estoy empezando a darme cuenta de que tenemos potencial para cambiar las cosas. Me siento con valor para unirme a este camino de fe y añadir mi voz a su llamada para pedir una justa reforma de las leyes de inmigración. En la oración, puedo entender con más hondura lo que tuvo que sentir la Santa Familia de Nazaret al ver que se les cerraban muchas puertas. Y espero y pido que un día la puerta se abra de par en par.
John Sealey
Provincial Assistant for Social and International Ministries, Milwaukee, WI, USA
jsealey@jesuitswisprov.org
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Fernando Franco SJ, Director Responsable
Uta Sievers, Redactora
Suguna Ramanathan, Redactora Asociada
Secretariado para la Justicia Social y la Ecología, Borgo S. Spirito 4, 00193 Roma, Italia
+39 06689 77380 (fax)
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ACTION ALERT – Jesuit Immigration Sign-On Letter
Jesuit Communities, Ministries, Institutions and Affiliated Groups are Invited to Support the Provincials’ Call for Comprehensive Immigration Reform
Background
As you know, the Society of Jesus’ work and ministry with immigrants and migrants in the United States has made us painfully aware that many in this community still labor in the shadows. This past June the provincials took the bold step of sending a letter to the president and to each member of Congress asking them to enact comprehensive immigration reform. In order for such reform to be enacted, there needs to be a national demonstration of support. By joining the provincial leadership in this advocacy effort, Jesuit communities, ministries, institutions and Ignatian affiliated groups can demonstrate to Congress that there is a will for comprehensive reform and underscore the importance of acting now.
Next Steps
Jesuit communities, ministries, institutions and Ignatian affiliated groups are invited to become signatories to the attached institutional sign-on letter in support of comprehensive immigration reform by contacting outreach@jesuit.org with the subject line “immigration sign-on” and include your name and email, the name of your Jesuit community / institution / ministry / group (as you would like it identified on the statement) and postal address.
Please note that only institutional/group names will appear as signatories — contact names and contact information will not be made public.
At the end of each week this Fall, the Jesuit Conference will update the signatories on-line so that groups may begin using the letter in advocacy visits with their members of Congress. The more signatures gathered, the more powerful is the message that the multitude of Jesuit and Ignatian groups from across the country are strongly committed to comprehensive immigration reform. Our initial goal is to gather at least 200 signatures by November 1st.
If you have any questions please refer to the attached Frequently Asked Questions page, contact your Provincial Assistant for Social Ministries, or email outreach@jesuit.org.
Thank you for supporting this effort.
FREQUENTLY ASKED QUESTIONS about the Sign-On Effort
Read the JESUIT PROVINCIALS’ LETTER TO PRESIDENT OBAMA AND CONGRESS