El primer Gitano doctor honoris causa
24.02.08 @ 19:45:30. Archivado en Europa, Universidades, España, Pro amicitia universale, Educación
Juan de Dios Ramírez Heredia, miembro fundador y presidente de la Unión Romaní, coprotagonista de la transición y uno de los políticos que contribuyeron a la aprobación de la Constitución española, abraza emocionado al público tras ser investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz. La ceremonia tuvo lugar el miércoles pasado, 20 de febrero, en el Gran Teatro de Falla de la capital gaditana. El doctor Ramírez Heredia se ha convertido así en el primer gitano en recibir esta distinción no solamente en España sino en todo el mundo.
La Amistad Europea Universitaria felicita cordialmente tanto al doctor Ramírez Heredia como al noble pueblo que él representa.
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Juan de Dios Ramírez Heredia nació el 29 de junio de 1942 en el seno de la comunidad gitana de Puerto Real (Cádiz), donde su familia promovió sus estudios iniciales hasta obtener el título de maestro de Primera Enseñanza, siendo aún muy joven.
Convencido de la necesidad de una formación superior, se licenció en Derecho y se doctoró en los estudios de Ciencias de la Información, al tiempo que comenzaba su actividad política y reivindicativa en favor de la comunidad gitana española.
Perteneció a la Unión de Centro Democrático, desde donde pasó a integrarse en el PSOE. Fue elegido diputado por Barcelona en 1977, convirtiéndose en el primer diputado gitano y participando activamente en los debates constitucionales.
Es miembro fundador y presidente de la Unión Romaní, desde la que ha llevado una amplia labor de reconocimiento, difusión y reivindicación de la comunidad gitana, de su cultura y sus valores. EFE
Juan de Dios Ramírez Heredia fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz el miércoles pasado, 20 de Febrero, convirtiéndose así en "el primer gitano en el mundo en recibir esta distinción en representación de todo un pueblo y su cultura".
En su laudatio, el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad gaditana, Antonio Moreno, destacó entre otros muchos méritos de Ramírez Heredia para la concesión de este título "los de educación, arte y cultura, lo que le aproxima inevitablemente a un humanismo excepcional con la enseñanza como primera profesión, la oratoria ejercida como arte y la cultura como meta para la conquista de los antiguos ideales revolucionarios de igualdad, libertad y fraternidad".
Un reconocimiento "necesario", señaló, por su defensa de la necesidad de la educación y la formación primarias, la igualdad, la educación superior y universitaria y la cultura para todo un pueblo, el pueblo gitano español y en especial de sus mujeres.
Por su parte, el Rector de la Universidad de Cádiz, Diego Sales, tras subrayar que el doctorando se había convertido en el primer gitano del mundo en recibir esta distinción, destacó aspectos excepcionales de la vida de Ramírez Heredia, "que contrarió las leyes de la costumbre", calificándolo como un gitano "de palabra fácil, que domina el arte de la retórica como nadie, pero nunca se ha apartado ni un milímetro de sus principios y de sus raíces".
El nuevo Doctor Honoris Causa realizó un profundo discurso de agradecimiento, antes de escuchar por primera vez los acordes del himno internacional gitano en un acto solemne de la Universidad de Cádiz: el Gelem, gelem, un canto a la memoria de un pueblo que, en diferentes momentos históricos, ha sido perseguido, esclavizado e ignorado.
Fuente: EFE - Cádiz - 20/02/2008 22:00
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El acto solemne tuvo lugar en el Gran Teatro Falla de Cádiz
Crónica publicada por la Universidad de Cádiz.
La Universidad de Cádiz invistió el miércoles pasado, 20 de febrero, a Juan de Dios Ramírez Heredia como Doctor Honoris Causa, en un acto académico que tuvo lugar en el Gran Teatro Falla de la capital gaditana. La ceremonia solemne, a la que acudió el claustro universitario togado, estuvo presidida por el rector de la UCA, Diego Sales Márquez, quien estuvo acompañado en la mesa presidencial por el equipo de gobierno de la Universidad de Cádiz.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Educación, Antonio Moreno, fue el encargado de pronunciar la Laudatio del nuevo Doctor Honoris Causa en su calidad de máximo responsable del centro académico que propuso para Ramírez Heredia esta distinción.
Posteriormente, el nuevo Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, Juan de Dios Ramírez Heredia, agradeció esta presentación y destacó, a lo largo de su discurso de investidura, el valor de la cultura del pueblo gitano y su papel fundamental en la configuración de la sociedad andaluza: “Andalucía no es la tierra de las tres culturas: Además, de la cristiana, la judía y la árabe, también está presente la gitana, y lo digo ahora con la autoridad que me da el birrete que llevo puesto. Quítenle a Andalucía esa cultura. Será otra cosa. No se si mejor o peor, pero otra cosa, porque Andalucía no se concibe sin la presencia del pueblo gitano”. Además, añadió que “con este reconocimiento los gitanos hemos puesto una pica en Flandes”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Cádiz, tras hacerle entrega del birrete, el Libro de la Ciencia, el Anillo de la Antigüedad, la medalla y los guantes de la UCA, hizo un recorrido por los momentos más destacados de la carrera de Ramírez Heredia señalando que “ha sido el primero, ha roto esquemas, ha destrozado estereotipos, ha llegado lejos pero nunca se ha apartado ni un milímetro de sus principios y de sus raíces”.
Asimismo, el rector subrayó que “este acto, querido pueblo gitano, quiere ser también un monumento que perpetúe vuestro recuerdo colectivo, que hemos decidido personalizar en un hombre que ha sido ejemplo de entrega, constancia y superación”.
Juan de Dios Ramírez Heredia nació en 1942 en el seno de la comunidad gitana de Puerto Real. Tras obtener el título de maestro y ejercer en su localidad natal, cursó la licenciatura de Derecho. Posteriormente, realiza los estudios de Ciencias de la Información, especialidad en la que obtiene el grado de Doctor.
Su actividad política y reivindicativa a favor de los derechos de la comunidad gitana lo convierten en el primer diputado gitano en 1977 en las listas del Partido Socialista Obrero Español por Barcelona. Ha sido, igualmente, eurodiputado durante diez años. Es miembro fundador de la Unión Romaní, que actualmente presidente y desde la que ha llevado a cabo una amplia labor de reconocimiento, difusión y reivindicación de la cultura gitana, de sus valores y sus costumbres.
El nombre de Ramírez Heredia se suma a una nómina de personalidades ilustres del universo de la cultura, la ciencia y las artes que, a lo largo de los casi 29 años de la UCA, han sido investidos como doctores honoris causa por la Universidad de Cádiz: el cirujano William Glenn, el fisiólogo Dietrish Wilhelm Trincker, el concertista de la guitarra española Andrés Segovia, el poeta gaditano más universal Rafael Alberti, el historiador Antonio Domínguez Ortiz, el pensador algecireño Adolfo Sánchez Vázquez, el oftalmólogo José Ignacio Barraquer, el poeta y novelista Fernando Quiñones, el catedrático de Derecho Administrativo Manuel Clavero, el doctor en Ciencias Económicas y Empresariales Andrés Fernández Díaz, el escritor jerezano José Manuel Caballero Bonald, el historiador Miguel Ángel Ladero, la científica Margarita Salas, el psiquiatra sanroqueño Carlos Castilla del Pino, el sociólogo linense Salustiano del Campo y, por último, Paco de Lucía, el guitarrista flamenco más universal de todos los tiempos.
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Entrevista de ROCÍO HEREDIA a JUAN DE DIOS RAMÍREZ HEREDIA, ABOGADO Y PRESIDENTE DE LA UNIÓN ROMANÍ ESPAÑOLA, publicada en la Vozdigital.es del 16.02.08.
«Ser gitano en Andalucía es distinto a serlo en cualquier otro lugar del mundo»
El abogado, periodista y escritor puertorrealeño Juan de Dios Ramírez Heredia será investido doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz el próximo miércoles
Se empeñó en cambiar el sino de la comunidad gitana y durante más de treinta años ha dedicado todos sus esfuerzos a abrir nuevos caminos de progreso para este pueblo. Maestro, abogado, periodista, diputado y presidente de la Unión Romaní Española, Juan de Dios Ramírez Heredia (Puerto Real, 1942) ha defendido siempre los derechos de su comunidad, a la que, según reconoce, aún le queda «todo por hacer». La próxima semana recibe el reconocimiento máximo de la Universidad de Cádiz, que lo investirá doctor honoris causa.
-¿Qué ha supuesto para usted ser nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Cádiz?
-Un inmenso orgullo y una ilusión tan sólo comparable a la que sentí cuando fui elegido diputado por primera vez en 1977 y firmé la Constitución española. Después de tantos años he notado que se produce un hecho que trasciende mi persona para influir de forma extraordinaria en los gitanos de España y el resto del mundo. Tengo ante mí una felicitación llegada de Polonia del presidente de la Unión Romaní Internacional en la que en nombre de los gitanos europeos me felicita por mi nombramiento.
-Su trayectoria ha destacado por la defensa de los derechos de la comunidad gitana. ¿Qué queda por hacer en esta lucha?
-Casi todo. Si yo hiciera un ejercicio científico para averiguar qué cosas se han logrado y cuáles no, en la balanza de los logros habría muchas realizaciones. Pero vayamos a lo concreto: en 1977 el índice de analfabetismo en la comunidad gitana era del 80%, una cifra tercermundista. Hoy ese índice debe de estar en torno al 40%, todavía una cifra pavorosa, pero hemos dado un tremendo empujón. En 1977 había decenas de miles de gitanos sin papeles, no estaban inscritos en ninguna parte, no existían. Hoy en día no hay ni un sólo gitano que no esté documentado. En 1977 era impensable soñar que un gitano podía ir a la Universidad, hoy son muchos los gitanos que estudian una carrera, sobre todo en Andalucía. Pero todavía queda tanto por hacer, la comunidad gitana es el grupo humano que está a la cola del progreso y el desarrollo en España. Es la comunidad con mayor carencia de medios y mayor índice de paro.
-¿Qué cree que le debe a usted la comunidad gitana?
-Sinceramente, yo le debo más a ella, y a la suerte de haber tenido una madre gitana, inculta y analfabeta que me obligó a ir a la escuela. Si alguien pusiera una varita mágica en mis manos no dudaría ni un instante en resolver el problema de la educación, porque sólo la educación nos hace libres. Pero mi gratitud es sobre todo con mi pueblo y con mi madre.
-Se hizo famoso por el apasionado discurso que pronunció el 7 de junio de 1977 en el Congreso de los diputados que le valió el título de gran orador. ¿Qué imagen le queda de aquel momento?
-Imborrable. Quienes hemos tenido la suerte de haber sido coprotagonistas de la transición y haber contribuido a la aprobación de la Constitución, vivimos aquel momento como algo único. Marcó un hito en la presencia gitana en el Congreso. Hasta entonces se sabía que había un gitano en el Congreso de los diputados, pero a partir de ese día se supo que había un gitano dispuesto a defender los derechos de su comunidad con los instrumentos que le habían sido dados.
-En su carrera se ha comprometido por igual con la actividad política y la acción social. ¿Son comprensibles la una sin la otra?
-No, ambas van muy unidas. Cuando me decidí a dar el paso y entrar en política no tuve la más mínima duda. Los ocho años que estuve como diputado por Almería fueron para mí un periodo precioso. Siempre he dicho que no sé qué prima más en mi interior, si mi conciencia de gitano o mi sentimiento de andaluz, es difícil saber si hay linde entre una y otro. Porque ser gitano en Andalucía es distinto a serlo en cualquier otro lugar del mundo.
-Maestro, abogado y doctor en Ciencias de la Información. ¿Por qué le enganchó la política?
-La política es un instrumento que utilicé y sigo utilizando para defender la causa en la que creo. Mi sentido de la política no lo dan tanto los partidos políticos como la manera de ser de la gente, la honradez intrínseca de las personas, y lo digo desde mi orgullo de militante del Partido Socialista.
-¿En qué proyecto está trabajando en estos momentos?
-En algo que espero terminar en los próximos dos meses, la primera gramática de la lengua gitana, escrita para que se pueda entender y para que contribuya a la recuperación del romanó, un idioma que hablan 14 millones de gitanos en todo el mundo. Para que la aprendan los gitanos y también los gachés. También estamos poniendo en marcha cursos para enseñar el romanó a través de clases presenciales y en internet.
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